Colombia: Subasta del espectro de 700 MHz: se calienta el debate

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El Gobierno parece decido a lograr que la subasta de la banda baja más apetecida del espectro electromagnético, la de 700 MHz, se realice este mismo año. Pero su propósito, crucial para sus metas de llevar conectividad móvil a más zonas y con mejor velocidad, se encuentra empantanado.

Los tres principales actores que participarían en la puja han mostrado reparos con respecto al proceso, aunque por razones muy distintas. En principio, la idea es asignar un bloque de 70 MHz en cuatro partes: una de 30, otra de 20 y dos de 10. Por la primera solo podría pujar Tigo-Une, dado que es el único operador sin presencia en las bandas bajas y es el único que no superaría los topes, que se estima serán de 45 MHz en bandas bajas y 90 MHz en bandas altas

Pero para esa empresa, el costo de la subasta, tal y como está, la hace prohibitiva. Durante un foro organizado por la Asociación Colombiana de Ingenieros (Aciem), el vicepresidente de Regulación de Tigo-Une, Jaime Andrés Plaza, dijo que el costo de obtener el permiso, sumado a las obligaciones de cobertura, llevaría la inversión necesaria a cerca de 2.000 millones de dólares.

“Esa misma licitación en Perú ronda los 900 millones de dólares. El gobierno colombiano aspira a un valor igual o superior. Hablamos de 1.000 millones de dólares solo por el permiso, sin contar las obligaciones de cobertura de los 1.157 municipios, de los 2.500 centros poblados y las zonas wifi… y eso sale de algún bolsillo. Esas obligaciones las hemos estimado en otros 1.000 millones. El costo total podría ser de 2.000 millones de dólares y hasta ahí no se ha hecho nada. ¿Cómo vamos a recuperar ese dinero?”, expresó Plaza con preocupación.

El funcionario de Tigo-Une considera que no es oportuno llevar a cabo la subasta este año porque “pagar un espectro y construir una red asociada requiere inversiones y dichas inversiones se nutren del mercado. Si el mercado se encuentra en crisis no hay dinero para invertir”.

“Creemos que la coyuntura no es la mejor y hay otros temas prioritarios que se deben resolver. Las vías (bandas del espectro) de Tigo-Une todavía no están completamente llenas. El problema no es meterle más carriles a la autopista, es llevar más carros”, añadió.

Para Natalia Guerra, directora de Regulación de Telefónica Colombia, la situación tampoco es adecuada para adelantar la subasta, pues consideran que existe una situación de competencia desigual. “Hay una posición (de superioridad) importante de Claro en el mercado. Creemos que la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) debería determinar un marco normativo para regular la competencia”, dijo Guerra.

Sin embargo, Telefónica coincide con Tigo-Une en que el tema de mayor impacto son los elevados costos. “El diseño de esta subasta no nos dejaría con opciones para cumplir lo que se propone el Gobierno. Para empezar, se pide la modernización del 70 por ciento de la red a LTE”, indicó la funcionaria.

Para la vocera de Telefónica, además es imperativo que se resuelva el proceso de reclamación del Estado por reversión de activos por la concesión de telefonía móvil celular. “Tenemos que esperar a la decisión del tribunal de arbitramento. En este momento, no se sabe si quien va a tener la obligación de hacer la migración –de las redes- va a ser el Estado cuando le devolvamos los bienes. Esa decisión es determinante para saber qué posición tenemos en la subasta y cómo merecemos ser tratados en la misma”.

Juan Carlos Archila, director de Relaciones Internacionales de América Móvil (Claro), considera que es relevante llevar a cabo la subasta lo más pronto posible porque “el espectro de 700 MHz, en efecto, se necesita para lograr esa visión de llevar el internet a todos los rincones del país y, además, todos sabemos el tiempo que eso toma para concretarse”, afirmó.

Sin embargo, Archila dice que no deben repetirse los errores de la subasta de 4G celebrada en 2013. “Hubo asimetrías en el costo del espectro y en la calidad. Nos tocó asumir una fracción del espectro en el que nos tocó invertir entre 40 y 50 por ciento más para cubrir el mismo territorio con más obligaciones”, denunció.

Para participar, Claro pide equidad en el acceso a las condiciones del espectro tanto para operadores establecidos como para operadores entrantes: “No existe ninguna justificación para que haya un bloque de 30 MHz en el que ni Movistar ni Claro pueden participar. O ponemos todos los bloques de a 20 MHz, para que todos peleemos equitativamente, o se aumenta el tope de bandas bajas a 55 MHz”, propuso Archila.

América Móvil tampoco se muestra de acuerdo con que las obligaciones se distribuyan con base en la participación de mercado porque “eso castiga la inversión en el país”. Estiman que deben ser proporcionales al espectro asignado.

Por último, Archila se refirió al tema del Roaming Automático Nacional: “El uso compartido de la redes debe ser compensando y debe limitarse a un lapso definido, de tal manera que los operadores tengan incentivo para invertir”.

Fuente: El Tiempo

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