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El Parlamento Europeo quiere prohibir la instalación de puertas traseras con las que los cuerpos de seguridad puedan acceder a datos de los usuarios, como por ejemplo contenido enviado mediante aplicaciones de mensajería instantánea, y obligar a que el cifrado sea integral.
El organismo legislativo ha propuesto una enmienda al Artículo 7 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que cubre los datos y la privacidad de los usuarios, y que declara que las comunicaciones electrónicas -incluido el origen y destino de la información, así como el momento en el que se ha enviado- no se pueden revelar a nadie.
El Artículo 7 también afirma que el principio de confidencialidad debe aplicarse a los medios de comunicación actuales y futuros, ya sean llamadas, acceso a Internet, aplicaciones de mensajería instantánea, correo electrónico, llamadas telefónicas por Internet y mensajes de carácter personal transmitidos por las redes sociales.
La Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos Interiores del Parlamento Europeo ha querido garantizar la privacidad con una cláusula que prohíba “el descifrado, la ingeniería inversa y la monitorización” de las comunicaciones cifradas.
Y añade que “los Estados miembros no impondrán a los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas ninguna obligación que pueda ir en detrimento de la seguridad y del cifrado de sus redes y servicios”.
La lucha contra el terrorismo
La propuesta, que todavía está pendiente de aprobación por parte del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo, choca con las recientes exhortaciones de los gobiernos a las firmas tecnológicas para que creen puertas traseras que permitan acceder a las formas cifradas de comunicación, porque los servicios privados de este tipo son utilizados por personas que suponen una amenaza para la seguridad nacional.
El mes pasado se informó de que las operadoras del Reino Unido podrían verse obligadas a suministrar a los organismos gubernamentales un acceso “en tiempo real” a los datos de los ciudadanos, de acuerdo con un anteproyecto legislativo.
Como consecuencia, las operadoras y los proveedores de servicios de Internet se verían obligados a incorporar a sus productos puertas traseras que permitan el acceso a los mensajes cifrados.
Bloomberg informó en marzo de que Amber Rudd, secretaria de Interior del Reino Unido, afirmaba que la plataforma de mensajería WhatsApp, propiedad de Facebook, debería abrir su cifrado a los servicios de seguridad para colaborar en la prevención de actos terroristas.
No está claro hasta qué punto se podrán aplicar las nuevas leyes europeas en el Reino Unido después del Brexit.
El cifrado integral codifica los mensajes durante su tránsito por la red, de tal modo que solo pueden leerlos las personas a quienes van dirigidos y quedan protegidos de ciberataques.
Albert Cuesta, MWL