Agencias
Las realidades de Alemania, Reino Unido y México tienen poco de semejantes y en telecomunicaciones también es así. Pero de la experiencia regulatoria en aquellas naciones europeas -con mercado más maduros- el regulador mexicano puede tomar nota para imponer políticas, que por un lado controlen el desmedido tamaño de empresas como Telmex-Telcel y por el otro, que le permitan a esas compañías mantener en estado óptimo sus redes, así como el despliegue de nueva infraestructura; más cuando buena parte de la reforma constitucional al sector en México se finca en el acceso de terceros operadores a la red de quien es considerado el “operador incumbente”.
Ahora mismo, los reguladores europeos BNetzA y Ofcom discuten hasta dónde es apropiado apretar a las empresas con medidas regulatorias porque ya en el pasado se habían convertido en operadores con bastante influencia en el mercado y por consiguiente, con posibilidades de ejercer prácticas nocivas para la competencia.
Pero regulatoriamente ir más allá significaría que no habría demasiados incentivos para invertir en redes que soporten las comunicaciones de los usuarios, como reconoció al inicio de esta semana el regulador británico Ofcom, mientras que el alemán BNetzA ya analiza la moderación de sus regulaciones para animar a las empresas, por ejemplo, al despliegue de fibra óptica, porque Alemania, aun siendo el motor económico de Europa, todavía manda mucha de sus comunicaciones por redes de cobre.
El regulador BNetzA reconoce que las inversiones de los operadores privados detonan alrededor del 77% de los servicios que reciben los hogares germanos; incluso 90% en algunas zonas del país. Pero que sólo el 36% de los hogares de Alemania recibe velocidades de más 50 mbps, por lo que la digitalización de la economía alemana requerirá forzosamente de redes eficientes de telecomunicación y para ello debe ponerse atención en los frenos e incentivos que ofrece la actual política regulatoria.
“No debemos posponer nuevas inversiones y dejar pasar las oportunidades de digitalización», dijo este lunes Jochen Homann, jefe del regulador BNetzA. “En una etapa inicial, comenzamos por abordar el papel de la regulación para la expansión de fibra óptica”, añadió.
En Alemania los futuros en telecomunicaciones tendrán que pasar por la regulación, la actualización de las redes y por la misma Deutsche Telekom, que es 31.5% propiedad estatal y con pedidos de la industria porque se dé una privatización entera de la compañía.
Reino Unido, por su parte, sopesa los resultados de haber mandatado una separación funcional en British Telecom de la que nació Openreach, pero que desacelerado sus inversiones en despliegue de fibra óptica como resultado de las cargas regulatorias y el fantasma de la separación legal tampoco ayuda mucho a ese objetivo.
“Mediremos, supervisaremos e informaremos activamente sobre el progreso relacionado con la separación legal de Openreach de Bristish Telecom. En particular, evaluaremos hasta qué punto Openreach está mejorando su red y brindando una mejor calidad de servicio”, escribió la Ofcom este lunes en un informe de prensa.
Aquí, el Instituto Federal de Telecomunicaciones ordenó a Teléfonos de México la separación de su unidad para la prestación de servicios mayoristas; Telmex entregó un plan para dar cumplimiento a esa desincorporación y el IFT le recetó después una serie de modificaciones a cumplir en un máximo 30 días hábiles, ya por estas fechas.
Telmex ha dicho que una regulación muy estricta podría inhibir sus planes de inversión; sin embargo, la telefónica se mantiene como puntera en ese rubro en el país.
Para el tercer trimestre del 2017, Telmex invirtió 3,233 millones de pesos en redes, aun con la baja de 2.7% en sus ingresos y 3.9% más costos. Mientras, los competidores en las telecomunicaciones fijas Izzi Telecom y Megacable dirigieron 2,211 millones de pesos, uno, y 1,253 millones de pesos, el otro; Axtel, por su parte, invirtió en el periodo 748 millones de pesos, 21% menos en relación al año anterior. En el segmento móvil, AT&T y Telcel no desglosaron sus inversiones para ese trimestre; sólo Movistar informó una inversión a redes por 1,180 millones de pesos.
En una industria tan competitiva y demandante de ingentes inversiones continuas, la regulación, más que restrictiva, debe promover el crecimiento de la infraestructura necesaria para soportar las comunicaciones de los usuarios. Y la experiencia de lo que ocurre en Europa puede ser una experiencia que le ahorraría problemas a México, dijeron expertos.
“El año que entra vamos a conocer mucho de este tema y sabremos qué tan óptima es la regulación con la separación funcional de Telmex. Saben (en el IFT) que ya no le pueden estar apretando más la cuerda a América Móvil, porque ya tiene la obligación de abrir su infraestructura y aparte se le pueden fijar los precios -ofertas de referencia-”, dice Sandra Rodríguez, directora en Jurídica en Telecomunicaciones (Jentel). “No vaya a ocurrir como en España, que dejaron a Telefónica invertir en fibra por todo el país, primero, y después, de repente, le dijeron que tenía que abrirse a todos. Por ello debe haber una política que equilibre regulación con inversión”.
En España, Telefónica se hizo con el mérito de invertir en infraestructura en tiempos de crisis; ahora ese país tiene más extensión de red y más moderna que Alemania, Francia o el Reino Unido. Gracias a las inversiones, España está más cerca de la economía digital; sin embargo, regulaciones más restrictivas podrían meter freno a los sueños de los españoles por una mejor conectividad.
«Europa voltea la competencia por infraestructura porque estimula y fomenta los despliegues más rápido y de forma más eficiente que la sobrerregulación, como la separación funcional de Openreach. Reino unido y Alemania, están preocupados porque el modelo de España ha sido disruptivo en Europa al incentivar la competencia por infraestructura. Openreach, bajó inversiones y conexiones; y Alemania está desesperada por lo lento de la inversión”, plantea Jorge Fernando Negrete, director de Mediatelecom Policy & Law.
Con la separación funcional de Telmex, habrá quien ponga lupa a las decisiones del IFT y de qué manera esa regulación beneficiará al resto de la industria o por el contrario, complicará su futuro por ser Telmex uno de los principales actores del sector.
“El problema es ¿cuál es el objetivo? ¿En qué tiempos? ¿Bajo qué circunstancia? Y sobre todo ¿cómo se medirá el éxito de la medida o qué pasa si no se logra el objetivo?”, expone Salomón Padilla, especialista en el despacho SAC Abogados. “Viendo esos ejemplos”, comparte Sandra Rodríguez, de Jentel, “la decisión que tome el IFT sobre Telmex será, en parte, determinante para la certeza y la inversión futuras; si se consolida como un mediador y generador de condiciones o como un estrangulador de inversiones, que hoy es lo que está llamando más la atención afuera sobre México. No sólo en eso; la Ofcom ya nos volteó a ver por nuestra experiencia”.
Fuente: El Economista