La 12ª reunión del Foro de Gobernanza de Internet (IGF) – el foro multistakeholder sobre Gobernanza de Internet, tuvo lugar, en esta edición, en la capital suiza de Ginebra. Oficialmente comenzó el 18 de diciembre, pero sin embargo el día anterior también estuvo repleto de actividades, como el IGF LAC Space, un espacio para discutir temas relacionados con la realidad latinoamericana. Durante toda la semana y con más de un centenar de workshops, se tocaron temas que giraron en torno a seguridad cibernética y derechos digitales, El futuro de la gobernanza digital a nivel mundial, el acceso y el desarrollo, y las tecnologías emergentes, Big Data, temas de Internet & jurisdicción, infraestructura y tecnologías emergentes, desarrollo de capacidades, temas de género, entre otros.
El 19 de diciembre, tuvo lugar la reunión del Multistakeholder Advisory Group – MAG – del IGF del cual el Director Ejecutivo de ASIET, Pablo Bello forma Parte. En esta ocasión, el encuentro del Grupo Asesor contó con la presencia de Liu Zhenmin, Vice Secretario General de Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Sociales (DESA).
El 18 de diciembre, se realizó un panel sobre El Futuro del trabajo: ¿La Gig Economy funciona en los países en desarrollo? (The Future of Work: Is the Gig Economy Working for Developing Countries?). Esta sesión abordó el tema del Trabajo en la era digital y discutir cómo el trabajo está cambiando en la era de la Inteligencia Artificial y la aparición de plataformas laborales digitales, y cómo las diferentes partes interesadas (trabajadores, gobiernos, sociedad civil, industria) están respondiendo a estos cambios. En definitiva, cómo están cambiando la naturaleza del trabajo en los países en desarrollo la automatización, la Inteligencia Artificial y las plataformas de gig Economy.
Dicho panel, moderado y organizado por Hernán Galperin, Profesor Asociado en la Annenberg School for Communication (de la Universidad de Southern California) contó con la participación de Helani Galpaya, CEO en LIRNEasia, Alison Gillwald, CEO de Research ICT Africa (RIA); Valerio DeStefano, Profesor de Derecho del Trabajo, KU Leuven University; Jacki O’Neill, investigadora en Microsoft India; Sunil Johal, Director de Políticas en The Mowat Centre (think tank independiente en políticas públicas en la Universidad de Toronto); Vigneswara Ilavarasan, experto en IT outsourcing; Mona Badran, Profesora en la Facultad de Economía y Ciencias Políticas en la Universidad del Cairo; y Pablo Bello, Director Ejecutivo de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicación – ASIET.
El primero en exponer su visión fue Sunil Johal, quien resumió la imprevisibilidad del ritmo y la escala de los cambios tecnológicos, la creciente necesidad de coordinación internacional en esta área y la necesidad de re equilibrar la dinámica de las empresas de trabajadores.
Inmediatamente después fue el turno de El CEO de ASIET, Pablo Bello, quien mencionó sus dudas acerca de qué tipo de desarrollo se está logrando con la Gig Economy: “una cuestión importante es cómo se organizarán los trabajadores en este tipo de economías a la hora de defender sus derechos”. Bello añadió desde el foro que “la economía -mal llamada- ‘colaborativa’ puede reducir el desempleo y dinamizar el mercado, pero es también la economía de la precariedad y la desigualdad”. Agregó que “tal vez la Gig Economy es buena para el mercado, pero no tanto para la sociedad”. Debemos, por lo tanto, crear un nuevo marco global para la era digital en el que los trabajadores puedan proteger sus derechos. “Es necesario definir un marco regulatorio para el trabajo digno en la era digital”, afirmó. Finalmente aseguró que “la Gig Economy tiene sus puntos a favor”, pero “prefiero realizar un abordaje frente a ella que facilite crear políticas para lidiar con las amenazas mencionadas”, concluyó.
Alison Gillwald, presentó los resultados de una encuesta sobre tecnología y microtratamiento realizada en ocho países africanos. La encuesta muestra que hay mucha menos actividad de lo que las plataformas promueven. El hallazgo más interesante es que la desigualdad digital evidente en el microtratrabajo en África refleja las desigualdades que existen no solo a nivel de acceso, sino también en los niveles de calificación. Incluso si los trabajos ofrecidos son principalmente no calificados, muchos trabajadores no tienen el conocimiento necesario para enviar solicitudes. Por su parte, Mona Badran, profesora asociada de la Universidad de El Cairo, sugirió que las oportunidades económicas para las mujeres árabes aumentaría el PIB de la región en “aproximadamente 47%”. También expuso dos formas en que la revolución tecnológica podría ayudar a reducir la brecha de género en el Medio Oriente. Primero, a través de una mayor automatización del trabajo doméstico. Segundo, y más importante, porque permitiría acuerdos de trabajo remotos y más flexibles.
En su intervención, Jackie O’Neill, expuso los hallazgos clave de la investigación de su equipo sobre los trabajadores de Amazon Mechanical Turk y Ola. Aunque se trata de crowd-works muy diferentes, los trabajadores se enfrentan al mismo problema, porque su trabajo está mediado por plataformas digitales privadas. Esta relación plantea dos problemas: autonomía reducida y competencia global entre los proveedores de servicios individuales. Lo primero significa que, a pesar del discurso de mayor flexibilidad, los trabajadores en realidad tienen que adaptarse a los horarios de los clientes. Para este último, existen varias barreras que impiden que los crowd workers en los países en desarrollo obtengan un salario digno. De su lado, en su investigación sobre el trabajo mediado por plataformas, Helani Galpaya, identificó, tres amplias categorías de trabajadores, clasificadas por ingresos: menos de $ 0.01 por trabajo, alrededor de $ 5 y entre $ 300 y $ 500. En todos los casos, recibir el pago era el problema más importante, ya que tanto los recaudadores de impuestos como los sistemas bancarios solo reconocen el empleo formal.
Vigneswara Ilavarasan, expuso sobre el tema del futuro del trabajo en la India. Dijo que aunque la automatización tendrá un efecto en los trabajos indios, hay que tener en cuenta que cerca del 75% de las empresas en India no tienen electricidad. Por último, el Sr. Valerio de Stefano,se refirió a cómo la economía de negocios puede obstaculizar los derechos de los trabajadores. En realidad, muchos trabajadores dependen exclusivamente de los proporcionados por las plataformas de gig Economy para ganarse la vida (y no lo utilizan como ingresos extra como se cree), y las plataformas de mediación tienen muchas formas de ejercer control sobre ellos. Para contrarrestar estas desventajas, dijo que debemos promover el hecho de que los derechos de los trabajadores se aplican a los trabajadores por cuenta propia.
Hernan Galperín, además, presentó la iniciativa de FUTURE OF WORK IN THE GLOBAL SOUTH (sobre la cual se puede leer en este link http://fowigs.net/) que habla sobre el impacto de la automatización y la informatización sobre la naturaleza del trabajo.
Fuente: Asiet