Agencias
En el mercado de la telefonía móvil hay cada vez más variedad. Al mismo tiempo que los smartphones de gama alta ofrecen cada vez más opciones -y a mayor precio-, la gama media ha crecido y se pueden encontrar teléfonos de calidad suficiente a bajo precio, sin embargo, hay un único rey del mercado: Apple.
Según el informe del cuarto trimestre de 2017 de la analista Counterpoint, Apple se consolidó como la marca más rentable del mercado logrando captar un 86% de las ganancias totales. El fruto de su éxito no es sólo gracias a su último modelo, el iPhone X, sino al amplio abanico de teléfonos que mantiene todavía a la venta.
En concreto, el gigante de Cupertino consiguió colocar en el último trimestre del año hasta 8 modelos entre los diez con mayores ganancias del mercado, un ránking en el que sólo Samsung ha conseguido colarse junto a Apple. El iPhone X consiguió liderar los beneficios del sector (35%) por delante del iPhone 8 (19,1%), iPhone 8 Plus (15,2%), iPhone 7 (6,2%), iPhone 7 Plus (5%), Galaxy Note 8 (3,9%), iPhone 6 (1,8%), Galaxy S8 Plus (1,7%), iPhone 6S (1,6%) y iPhone SE (0,9%).
Estos datos reflejan como iPhones de generaciones anteriores, como el iPhone 7 o el iPhone 6 generan más ganancias que algunos de los buques insignia de Android más recientes, especialmente de fabricantes chinos, que compiten en ganar cuota de mercado más que en lograr beneficios de sus dispositivos.
También es especialmente llamativo el caso del iPhone X pues ha logrado generar el 35% de las ganancias totales de la industria de telefonía, un hito importante, ya que el modelo sólo ha estado disponible en el mercado dos meses durante el trimestre. «Su participación probablemente crecerá a medida que avance en su ciclo de vida», explica el analista de Counterpoint Research, Karn Chauhan.
El mercado crece menos de lo esperado
La firma de análisis también ha reflejado en su informe del último trimestre de 2017 que el mercado no ha avanzado como se esperaba en la última recta del año. En concreto, explica que las ganancias globales de dispositivos disminuyeron un 1% interanual.
Esta frenada responde a que el mercado mundial de smartphones ha llegado a un punto máximo de demanda debido a las características cada vez más altas, lo que ha provocado ciclos de reemplazo más largos y ha aumentado la presión entre los fabricantes para lograr ganancias.
Uno de los ejemplos más claros de esta estrategia ha sido LG, compañía que ha comenzado a estirar el tiempo entre el lanzamiento de sus teléfonos de gama alta y ha pospuesto la llegada del G7 a 14 meses después del lanzamiento de su G6.
Fuente: eE-es