Por Nicolás Lucas, El Economista
Van 15 meses desde que simultáneamente tres estaciones de la banda de AM de la Ciudad de México salieron del aire y los conceptos de comunicación que transmitían por esas frecuencias empezaron a escucharse entonces en una “combinación” de horarios por otras señales de espectro del mismo grupo radiofónico.
Se trata de las frecuencias del 790, 1030 y de los 1150 KHz pertenecientes al Grupo Radio Centro (GRC) y quien oficialmente tampoco ha desvelado mucho en los reportes financieros que envía a la Bolsa Mexicana de Valores sobre la razón de los cambios con esas tres estaciones.
En mayo de 2017, GRC sólo informó sobre la fusión de Radio Red AM con Formato 21 por la señal del 1110 y de Radio Centro con El Fonógrafo del Recuerdo por la 690, de donde primero, y sorpresivamente, también desapareció a “La 69” que en 2001 había creado a partir de “Ondas del Lago” para recibir allí al comunicador Jacobo Zabludovsky, tras el regreso de éste a la radio mexicana.
La repentina acción de apagar tres señales de radio fue una sorpresa para la industria y los observadores del sector, que aún se preguntan por el motivo de esta decisión y cuándo y cómo se resolverá. Extraoficialmente se rumoraba que GRC había enfrentado complicaciones con las ubicaciones donde, hasta ese momento, se hallaban las plantas transmisoras de esas frecuencias.
En una consulta al Instituto Federal de Telecomunicaciones, el regulador confirmó que “el concesionario notificó al IFT la necesidad de suspender transmisiones ante hechos fortuitos. Esta situación se enmarca en lo establecido en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) y actualmente las estaciones se encuentran en proceso de modificación técnica, consistente en el cambio de ubicación de sus plantas transmisoras con el fin de reanudar el servicio”.
La petición de Radio Centro se ampara el Artículo 157 de la LFTR, en su ley reglamentaria de 2014. Y aunque ese artículo en particular no fija fechas para volver al aire, el 156 de la misma legislación establece plazos de 180 días para prestación de servicios y cambios de ubicación de plantas transmisoras y la ley telecom abre además la posibilidad de que el concesionario gane tiempo para cumplir con estos cambios, siempre que presente informes que sustenten los retrasos para reubicar a su antena de transmisión; por lo que Radio Centro ya habría echado mano de ese recurso para respaldar los 15 meses en que las frecuencias de El Fonógrafo, Radio Centro 1030 y Formato 21 han estado fuera del aire.
Las justificaciones que llevaron a Grupo Radio Centro a “apagar” esas estaciones –que por usar espectro radioeléctrico son de interés general—, no han sido todavía bien conocidas por las audiencias. Y como si fuera una manera compensatoria, GRC transmite en un canal digital de Stereo Joya a El Fonógrafo y en otro digital de La Z es donde decidió meter a Radio Centro 1030; por supuesto, contenidos accesibles para usuarios con sintonizador de señales de radio digital FM.
La salida de estas tres estaciones del aire se enmarca en un periodo en que diversos grupos radiofónicos del interior de la República intentan entrar a la radio AM/FM de la capital y sobretodo, cuando van 15 meses sin que las audiencias hayan recibido una explicación clara de porqué sus estaciones preferidas se “movieron” de lugar (El Fonógrafo-Radio Centro 1030); cambiaron de programación (Formato 21-Radio Red AM) o simplemente desaparecieron del dial (La 69).
El IFT comenzó con la renovación de los títulos de concesión de las tres frecuencias y para ello, el órgano autónomo investigó si el grupo cumplía con los ordenamientos establecidos en los entonces vigentes títulos de concesión; esto en 2016.
El regulador identificó que el concesionario cumplía con los deberes y decidió renovar todos los títulos con una vigencia hasta julio del año 2036, siempre que también aceptara el pago de una contraprestación de 7.6 millones de pesos. Aceptados todos los compromisos, entre ellos los técnicos que tienen que ver con las transmisiones, el IFT inscribió los nuevos títulos de Grupo Radio Centro en el Registro Público de Concesiones (RPC) el 18 de julio del 2017, dos meses después de que GRC apagara las tres señales.
Aleida Calleja es coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Regulación Medios y Convergencia y opina que la autoridad reguladora no debe quitar el foco a esta tardanza en volver al aire, pues supone un asunto aprovechamiento de las bandas radioeléctricas: “Hay barreras muy fuertes para entrar a la radiodifusión, pero aquellos que ya tienen acceso al espectro difícilmente se les hace un seguimiento puntual respecto a la eficacia y eficiencia con la que utilizan esas señales y por otro lado, se aprecia la renuencia del IFT por ver los temas de contenido; a pesar de que tienen que regular para que se cumpla el articulo 6 y 7 de la Constitución en derecho a la información y libertad de expresión; mira sólo temas técnicos”.
Aleida Calleja cuestiona si el IFT se engalla cuando los gigantes de la radiodifusión comercial eventualmente hayan caído en algún tipo de irregularidad, pues, dice, se desconoce qué fue lo que puntualmente ocurrió con las ubicaciones de las plantas transmisoras, que las frecuencias se mantienen desconectadas y pregunta qué más ha permitido y entregado el regulador a los concesionarios.
El RPC del FT arroja más pistas a Calleja sobre este asunto. Ese sistema indica que a las tres emisoras, a sus dueños, les fue entregado también tres títulos de concesión única que amparan a esos titulares a ofrecer servicios convergentes de telecomunicaciones y de radiodifusión técnicamente factibles con sus concesiones de espectro o infraestructura propia o de terceros, con lo que las personas morales XEQR S.A. de C.V., Emisora 1150 S.A. de C.V. y XERC S.A. de C.V. están en posibilidad de buscar la oportunidad de configurar nuevos modelos de negocio y de ofrecer nuevos productos y servicios.
Los tenedores de las frecuencias tienen esas posibilidades, pero la realidad indica, que, cuando menos en audiencias, El Fonógrafo y sus estaciones hermanas han perdido en rating.
Datos de la firma de análisis de audiencias en radio y televisión INRA, indican que El Fonógrafo tenía en marzo del 2017 –dos meses antes de que saliera del aire su antigua estación y “se combinara” con Radio Centro 1030 en una misma frecuencia–, 0.15 puntos de rating y un alcance efectivo de 185,478 personas, mientras que para julio de 2018, el rating de El Fonógrafo cayó a 0.086 puntos y su alcance es de 92,485 escuchas.
En otro ejemplo, INRA informaba en marzo de 2017 que Radio Red AM, previo a la combinación con Formato 21, tenía un alcance de 85,660 personas y éste descendió a 73,998 en julio de este año y, entre otros factores, ello podría deberse a esta serie de movimientos con las frecuencias y su continuidad de transmisión.
“Aquí se abren dos puntos que tienen que ver con la legalidad: uno es el tema de las audiencias, de porqué una estación está fuera del aire y cuándo vuelve; el otro tiene que ver con la continuidad. La radiodifusión es un servicio de interés general, de continuidad y al no existir continuidad se tendría que abrir, al menos, una investigación de qué ocurre; está o no funcionando su transmisor”, plantea Irene Levy, abogada en telecomunicaciones y jefa en Observatel.
Como si fuera una respuesta anticipada, el IFT presentó este lunes una herramienta que mapea las coberturas de las estaciones de radio y TV, indicativo también sobre si una emisora está al aire o no. La herramienta se llama “Sistema de Consulta y Preanálisis de Coberturas de Radiodifusión en Línea”.
El IFT informa así que la 790, fuera del aire, tiene habilitada una potencia de transmisión de 50,000 watts de potencia y en clase B de alcance de cobertura; lo misma en clase y potencia para la 1150 y 1030, y a todas las cataloga como “próximamente” en estado operacional.
“Esto es un tema de interés general, al no existir continuidad existe una posibilidad de situación de revocación de concesión”, agrega Levy, de Observatel. “Y si hay revocación de concesión, habría que revisar cuáles fueron las causas y si no hay revocación, cuáles son las causas que justifican la suspensión de transmisión y si hay causas, si están previstas en la ley”.
Fuente: El Economista