Ganadores y perdedores de la audiencia en el Congreso de EEUU

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Por  Linda Patiño, El Tiempo

La segunda gran audiencia de control a las redes sociales en EE.UU. ocurrió el miércoles 5 de septiembre. Sheryl Sandberg, jefa de operaciones de Facebook, y Jack Dorsey, CEO de Twitter, asistieron a la cita con el Comité de Inteligencia del Senado para responder sobre el rol de las plataformas frente a la supuesta operación de influencia extranjera en las elecciones de 2016 por parte de Rusia e Irán.

La audiencia representó un momento de coordinación de esfuerzos entre varios actores para enfrentar las campañas de desinformación y sus impactos en la democracia.

Los altos ejecutivos de ambas empresas se pronunciaron ante el Comité de Inteligencia del Senado de EE. UU. citando algunas de las acciones que han tomado en el transcurso de los últimos años para la prevención del abuso de sus plataformas por parte de organizaciones extranjeras. Entre ellas, la eliminación de miles de cuentas ‘bots’ de Twitter, los nuevos requisitos para crear publicidad electoral en EE. UU. y hasta el bloqueo de páginas en Irán que suplantan medios de comunicación reales.

Sandberg, quien salió triunfal de la audiencia y manejó hábilmente sus intervenciones, aseguró que la red social con más de 2.000 millones de usuarios está comprometida. “Lo que sucedió en el ciclo electoral de 2016 fue inaceptable. Estamos aprendiendo de lo que pasó, y estamos mejorando”, señaló.

La ejecutiva aclaró que no solo las plataformas sociales están evolucionando y dijo que los interesados en difundir engaños, crear confusión y división también lo hacen, replicando modelos de engaño similares en diferentes partes del mundo.

“Esta es una carrera armamentista, y eso significa que debemos estar más atentos. Estamos aún más decididos que nuestros adversarios, y continuaremos luchando”, sentenció.

Mucho por avanzar

Por su parte, Dorsey pareció nervioso. A medida que avanzó la audiencia, la postura del CEO de Twitter pasó cada vez más de una exposición de acciones positivas hacia un ofrecimiento de disculpas públicas.

“Cuando creamos Twitter hace 12 años, teníamos el concepto de seguidores, creíamos que era algo simple”, explicó a la vez que dijo que la red social se está replanteando si realmente el número de seguidores es un indicador real para definir quiénes pueden contribuir más a la conversación en Twitter.

El senador Angus King indagó sobre cómo las plataformas están educando a sus multitudinarias audiencias para evitar la desinformación. Mientras que Sandberg recordó que Facebook realiza un chequeo de hechos a los artículos noticiosos y alerta a los usuarios si los contenidos que pretendían compartir han sido calificados como falsos, Dorsey reconoció: “Francamente creo que en el pasado no hemos hecho un buen trabajo. En parte porque tenemos dificultades para saber cómo se está usando el contenido y dónde”.

En otro momento de la audiencia, la senadora Susan Collins preguntó sobre qué hacían las plataformas una vez el contenido falso era removido para comunicar a las ‘victimas inocentes de desinformación’ sobre el hecho.

“Tenemos restricciones de plataforma porque deberíamos identificar y comunicarnos con cada usuario con el contexto completo de cómo les afecto y en ocasiones no lo poseemos”, indicó Dorsey al respecto.

Collins profundizó en la cuestión y aseguró que la campaña de engaño buscaba “minar la confianza ciudadana en sus líderes”, incluyéndose a sí misma entre las figuras públicas afectadas. “¿Por qué no se nos informó de que habíamos sido segmentados?”, preguntó. Un visiblemente apenado Dorsey se limitó a reconocer fallas en la comunicación y a declarar su intención por mejorar.

El cobro al ausente

A la audiencia abierta también estuvo invitado Larry Page, CEO de Alphabet, casa matriz de Google. Page no aceptó la invitación y Google propuso a Kent Walker ejecutivo de asuntos mundiales de la compañía, en su lugar. Walker tampoco se presentó y envió sus respuestas por escrito a los senadores.

La ausencia de Google no pasó desapercibida. Varios miembros del Comité se mostraron “decepcionados” e incluso molestos. Google tomó una decisión arriesgada al no presentarse pues algunos congresistas aprovecharon la falta de representación del gigante tecnológico para indagar sobre los vínculos de las firmas con China y preguntaron directamente a Facebook y Twitter por qué no hacían negocios en ese país.

Ante la explicación sobre la prohibición del gobierno chino, el senador Manchin apuntó: “¿Fue porque no aceptaron algún tipo de términos? Parece que otras compañías están buscando adaptarse para llegar allí”. El congresista aludió al proyecto que fue conocido públicamente en agosto, denominado por el nombre clave ‘Dragonfly’, con el que Google estaría buscando una “versión censurada” de su buscador para poder entrar en el país asiático. El proyecto, de hecho, causó malestar entre algunos empleados que desconocían tal intención.

Yendo más allá, el senador Cotton dijo: “Tal vez Google no vino en un momento en que no es casualidad que acabara la colaboración con nuestras fuerzas nacionales de seguridad en el Pentágono y sigue insistiendo en colaborar con productores como Huawei. Tal vez no vinieron porque estarían allí en silencio”.

Al ser espetados sobre si en algún momento considerarían flexibilizar sus valores democráticos para entrar en el país asiático, tanto Sandberg como Dorsey contestaron negativamente.

“Con nuestra misión de conectar el mundo puede sonar extraño que no hayamos conectado a la población más grande. Pero para poder ir a China, debería poder ser con nuestros valores y eso no es posible ahora”, aseguró la ejecutiva.

Las críticas indirectas al gigante tecnológico podrían plantear escenarios desafiantes en un año en el que Google ha sido criticado por abandonar el proyecto de colaboración en inteligencia artificial con el Pentágono y por sus relaciones con empresas chinas como Huawei y Didi Chuxing.

La audiencia abierta ante el Congreso llega después de la cita que tuvo el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, a raíz del escándalo de Cambridge Analytica. Si bien quedó en la mesa una promesa de un trabajo en conjunto, se espera que próximamente los legisladores anuncien cómo se materializaría una política que de solución a estas problemáticas sin limitar la libertad de expresión y las oportunidades de internet.

Fuente: El Tiempo

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