El inicio de la 5G pasa primero por una reconversión del sector telecom y China lo sabe

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Por Nicolás Lucas, El Economista

La guerra comercial de Estados Unidos contra China ha abierto y acrecentado un nuevo frente: el del predominio en telecomunicaciones. Allí, los chinos llevan la delantera e incluso, los norteamericanos se encuentran en tercer lugar de la carrera mundial por el desarrollo de las redes de Quinta Generación o 5G y esto es reconocido por la misma industria estadounidense.

En medio de este pulso entre las dos potencias, –que el sábado abrió un nuevo capítulo con la idea de imponer 200,000 millones de dólares en aranceles a los productos chinos–, Estados Unidos frenó la compra del fabricante de chips Qualcomm por la asiática Broadcom, cerró también el paso de su territorio a Huawei y ZTE ya puede entrar, pero todavía con algunas reticencias. A la par, marcas en ambos países buscan consolidarse, por decisión propia o por mandato del gobierno, pero con la intención de competir con mejor posición en la economía global que se viene con el 5G.

Los despliegues de 5G implican todo un replanteamiento de los planes de acción en telecomunicaciones. Inversión, consumo, estándares técnicos, bandas de espectro, nuevos mercados y partners financieros o tecnológicos, todo está siendo redefinido como una prioridad de empresa y Estado entre las grandes economías, que además de haber empezado a imponer ya su visión para la 5G también miran en esta tecnología una extensión de su fuerza en geopolítica; no sólo un mero desarrollo para entrar al mercado digital.

La 5G –que por su naturaleza permitirá la habilitación tecnológica de distintas y sencillas actividades cotidianas cuando sea una realidad en los hogares— ya advierte la necesidad de demasiadas inversiones para comprar desde ahora mucho espectro de todo tipo; modernizar y construir redes más robustas de infraestructuras marinas, áreas y terrestres entre radiobases, antenas, “small cells” o fibra óptica conectada a las centrales telefónicas y al hogar, así como la idea de contratar capacidad a otras industrias del mismo sector para potenciarlas en servicios futuros.

Estados Unidos lo ha entendido bien y puntero como es en la industria tecnológica, ha avalado las compraventas, en distintas fechas, de DirecTV y Time Warner por AT&T, mientras que la noticia hoy es la fusión de las telefónicas Sprint y T-Mobile, cuya combinación crearía al tercer operador del país para competir con mejor posibilidades en horizontal, vertical y generando economías de escala en un mercado que tiende a consolidarse y ante monstruos como Verizon y Comcast, que junto a AT&T, ya bosquejan su estrategia de 5G por la vía de los servicios fijos a partir de este octubre.

China está al acecho del mundo con su 5G

Pero China lo ha entendido, si no mejor, sí a su modo y corre más rápido que Estados Unidos en 5G. La industria inalámbrica estadounidense de comunicaciones agrupada en la CTIA ha advertido al gobierno de su país que China avanza veloz en ese tipo de desarrollos y por eso lo anima, con base en un análisis mandado a hacer con las firmas de telecomunicaciones Analysys Mason y Rencon Analytics, que invertir en 5G, al menos 275,000 millones de dólares, se traducirá en la creación de 3 millones de nuevos empleos de valor agregado y un engrose adicional al PIB del país por 500,000 millones de dólares.

La CTIA tiene el diagnóstico que China se encuentra en la primera posición con planes de 5G, seguida por Corea del Sur y que después el sitio es ocupado por los Estados Unidos y Europa está todavía más lejos, pues en 2017 reconoció que avanzó lento con el 4G y que la Quinta Generación en telecomunicaciones podría traerle 22 millones de empleos bien pagados y una economía adicional en 3.5 billones de euros para todo el bloque comunitario; pero en principio, se necesitaban 180,000 millones de dólares a dirigirse desde 2018. Europa busca cuál debe ser el tipo de despliegue definitivo para su red de 5G.

El organismo, la CTIA, define así a Washington que Pekín está mejor preparado que nadie para hacer realidad las Smart Cities, los vehículos autónomos, las aplicaciones de industria 4.0 o la telemedicina, por ejemplo. Y China va por más para asegurarse ese primer lugar con la Quinta Generación:

El Estado chino, con distinto grado de participación accionaria en sus compañías insignias de telecomunicación, ha confirmado su interés de fusionar varias de esas marcas.

Públicamente han sonado ya los nombres de China Mobile, China Unicom y de China Telecom, tres gigantes entre operadores y fabricantes que atienden, sólo ellas tres, a un aproximado de 1,734 millones de clientes chinos entre fijos y móviles en el mercado interno y con oficinas y diversos contratos ganados alrededor del mundo; en América Latina, por ejemplo, ya hacen negocio en Chile, Argentina, Brasil y México.

China fusiona a sus gigantes de telecom

Medido en dólares, China Mobile consiguió una facturación de 57,100 millones de dólares entre enero y junio, mientras que China Telecom ingresó 28,127 millones de dólares en el mismo lapso. China Unicom vio una disminución de sus activos en el periodo, pues al cierre de 2017 éstos rondaban un valor de 60,684 millones de dólares y de 56,763 millones de dólares al cierre de junio de 2018, una razón de porqué a Pekín también le interesaría fusionar a sus firmas de telecom para continuar manteniendo fuerte su presencia en el sector.

Las cifras de esas tres marcas no están muy alejadas de AT&T, el emblema histórico de Estados Unidos en la industria. Esta compañía reportó ingresos consolidados por 38,000 millones de dólares en el primer trimestre del año; otros 39,000 millones en el segundo y en ambos casos, sus ingresos descendieron aproximadamente un 1% frente a los periodos de referencia de un año antes.

En el ranking mundial de operadores móviles, China Mobile ocupa el primer puesto; China Unicom es el cuarto operador y China Telecom, el séptimo.

El establecimiento de las redes 5G demanda fuerte músculo financiero y poder para generar economías escalas, por ello es que Pekín estudia fusionar a sus marcas, aunque este plan se enmarca en la guerra comercial de China con Estados Unidos, coinciden diversos especialistas.

“Las fusiones de empresas chinas tendrían como catalizador tanto elementos económicos como estratégicos. Una fusión horizontal puede generar impactos importantes en costos, en virtud de las altas economías de escala que se observan en esa industria. La posibilidad de observar fusiones verticales tiene a su vez que ver más con la identificación de eficiencias a lo largo de toda la cadena de valor de los servicios y en este último, el despliegue de 5G es lo importante”, dice Víctor Pavón-Villamayor, presidente de Oxford Competition Economics.

Pavón Villamayor también plantea que las fusiones de las marcas chinas “puede tener un componente estratégico: que China haya decidido tomar a la industria de telecomunicaciones como uno de los sectores clave de su economía para desarrollar e impulsar un ‘national champion’, es decir, una empresa con todo el apoyo del Estado chino que buscará salir a los mercados internacionales y dominarlos, por qué no en 5G”.

La pelea con Trump alienta a China a llevar su 5G por el mundo

Las empresas chinas, si bien aún no dominan en otros países, se expanden por todos los mercados y ganan contratos. Ellas, y también Huawei y ZTE, lograron que empresas como Telefónica, Millicom y AMX les contrataran tecnología para echar a andar servicios de 4 y 4.5G en distintas naciones de Latinoamérica y además se han interesado en comprar operadores para ingresar a otras ramas del negocio latinoamericano y un potencial camino ya ha sido advertido en la brasileña Oi.

Javier Morales Fhon, especialista en telecomunicaciones, expone que en un sentido meramente sectorial, las comparaciones de una posible fusión de China Unicom con China Telecom conllevan los mismos riesgos y beneficios para el mercado, como en su caso implicaría la combinación en Occidente de Sprint con T-Mobile.

“La potencial fusión de China Unicom con China Telecom buscaría economías de escala para incrementar las inversiones en 5G y hacer frente a la competencia del operador más grande en China como es China Mobile y como AT&T y Verizon en Estados Unidos. El caso chino también tiene un componente diferente: las empresas son estatales y tienen el agregado especial de que está enmarcado en el contexto geopolítico de la lucha entre China y Estados Unidos por un nuevo orden mundial y que en estas circunstancias se resume en ‘quién llega primero a desarrollarse en la red 5G’”, dice Morales Fhon en un comentario desde Lima.

Hace tiempo que Pekín mira a las telecomunicaciones como un sector estratégico para asegurar su rol en el mundo. El Estado chino cuenta con un plan “Made in China 2025” en el que estableció diez planes sectoriales relacionados con la alta tecnología y todos también pasan por temas como Internet de las cosas (IoT) o el cloud, por ello China ve como prioritario el desarrollo de las redes de 5G que hagan realidad sus metas, aunque eso implique la fusión de China Telecom con China Unicom. “Es lo que inquieta” a Estados Unidos, dice Morales Fhon:

“Es muy probable que la red 5G no sea un modelo de negocio en el corto plazo cuando consideramos a los usuarios finales, pero la apuesta es que sí lo sea en la industria mediante el uso del IoT, de ahí que el gobierno chino, que controla las empresas tecnológicas, pretenda fusionar esas empresas con el objetivo de hacer economías de escala y no duplicar inversiones”.

Los chinos, entre los que más invierten y desarrollan 5G e IoT

En China, el apogeo de las redes 4G está por concluir: al segundo trimestre de 2018, el 75% del mercado atendido ya contaba con una red de servicio en 4G y los operadores ya encuentran menores incentivos para adquirir clientes que generen un consumo de bajo valor agregado y por tanto, explica el analista peruano, han ido reduciendo las inversiones en dispositivos 4G, 17% en 2017, para redirigirlas a inversiones de 5G, primero con destino directo a negocios de cloud e IoT.

Un informe de ICEX-España Exportación e Inversiones, reveló que en 2017, China aportó el 28% de toda la inversión mundial en IoT y que para la década 2010-2020, China habrá invertido 515,000 millones de euros en tecnologías que conecten a las máquinas con las demás máquinas. Por ello, para el 2020, de China saldrá al mundo el 95% de todos los dispositivos IoT que consumirá la humanidad.

El empuje de las redes de 5G podría significar también un apoyo a las empresas de telecomunicaciones en su batalla contra los gigantes de Internet, que son los mayores beneficiados con los ingresos que deja la constante demanda de contenidos y que por ello piden una regulación para ese tipo de plataformas, prevé Jorge Fernando Negrete Pacheco, director en Mediatelecom Policy & Law:

“El 5G está presionando a la economía digital del planeta, porque es también una recuperación de las empresas de telecom, enfrentadas con las empresas de Internet. En la década pasada crecieron enormemente y con el 5G es como las empresas de telecomunicación tratarán de recuperar una parte del territorio perdido. Por eso, las fusiones se están dando y se está empezando a regular en todo el mundo a las empresas de Internet. 5G es un driver para generar toda esa transformación y China está viendo cuál es su engrane para consolidar valor en la industria y su posición en la geopolítica”.

Fuente: El Economista

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