Por José Otero, El Economista
Durante los pasados días, me ha tocado participar en el mayor congreso de telecomunicaciones de América Latina: Futurecom. Celebrado en la ciudad de São Paulo, Brasil, Futurecom tiene como particularidad atraer como participantes a altos funcionarios tanto del sector privado como del público para compartir sus experiencias durante cuatro días.
Este año mi intervención en el congreso fue variada, desde brindar una breve presentación en la que mencionaba que aunque las cifras de distintas consultorías mostraban una América Latina superando 120% de penetración móvil, una depuración de estas líneas nos muestra que las brechas económicas siguen permeando en la región, pues aún quedan más de 200 millones de personas que no poseen servicio móvil.
Estos retos se unen a los mencionados por el comisionado presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones de México, Gabriel Contreras, quien durante su conferencia magistral identificó cuatro grandes retos que enfrenta la industria de telecomunicaciones para continuar evolucionando y creciendo durante las próximas décadas: a) una mayor disponibilidad de espectro radioeléctrico que sea utilizado para ofrecer servicios móviles; b) que haya inversión en infraestructura, se fomente el despliegue de tecnologías modernas y que en aquellos casos donde sea beneficioso para el mercado se utilice el modelo de compartición de infraestructura; c) que continúe la transición del protocolo IPv4 al IPv6, y por último d) una rápida y eficiente homologación de equipos.
Los mercados que logren seguir satisfactoriamente este camino estarán acercándose con mayor rapidez a diversos elementos disruptivos que paulatinamente brindarán las tecnologías inalámbricas en la región logrando que para el 2025 sólo una de cada 10 líneas conectadas corresponda a un ser humano. Asimismo, la información almacenada y analizada, conocida como big data, comenzará a ofrecer soluciones que incrementen la eficiencia de los segmentos productivos de la economía y la inteligencia artificial comience a impactar en la economía global en las próximas décadas.
En otras palabras, el éxito en la implementación de políticas públicas certeras y encaminadas a acelerar el despliegue de nuevas tecnologías móviles creará la espina dorsal que viabilizara el crecimiento de estos tres elementos.
También pude conversar con el comisionado Sóstenes Díaz, quien destacó la importancia del proceso de reforma en telecomunicaciones para que México avanzara en temas relacionados con la reducción de tarifas, entrada de nuevos operadores y el incremento en la cantidad de espectro radioeléctrico asignado a los operadores para la oferta de servicios móviles.
Por otra parte, en un pánel de regulación estuvo de acuerdo con varias de las declaraciones hechas por el comisionado Gilbert Camacho Mora, de la Superintendencia de Telecomunicaciones de Costa Rica sobre la importancia de las redes comunitarias: hay que buscar alternativas que permitan conectar a las telecomunicaciones a toda la población. Otro pánel compuesto de operadores, proveedores de servicio y de infraestructura. Como era de esperar de esta combinación, el tema neurálgico de la discusión giró acerca de cómo los avances tecnológicos nos permitirán utilizar de forma más eficiente el espectro radioeléctrico para dar mejor servicio a una cantidad cada vez mayor de personas.
Por ejemplo, el presidente de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones de Uruguay, Gabriel Lombide, enfatizó la agregación de portadoras como una tecnología que continuará teniendo un rol protagonista en los servicios de 4G y 5G al permitir la creación virtual de bloques de espectro con mayor ancho de banda y ofrecerle al cliente una experiencia de uso superior a la que hasta entonces había experimentado.
Sin embargo, la existencia de estas tecnologías no exime a los reguladores a estudiar qué posibilidad tienen nuevas frecuencias de espectro radioeléctrico (tanto bajas, medias como milimétricas) de ser utilizadas para servicios móviles con la llegada de 5G, indicó Agostinho Linhares, director de espectro de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de Brasil.
Como todos los mencionados dijeron de alguna forma u otra, el trabajo apenas comienza.
*José F. Otero tiene más de 20 años de experiencia en el sector de las TIC.
Fuente: El Economista