Agencias
En una batalla entre David y Goliat, varios motores de búsqueda le están haciendo frente a Google con la promesa de proteger la privacidad de los usuarios.
Sitios como Mojeek (Gran Bretaña), Qwant (Francia), Unbubble (Alemania) y Swisscows (Suiza) dicen que no necesitan recabar la información de los usuarios, filtrar los resultados de las búsquedas ni mostrar avisos que responden al comportamiento del usuario.
Estos portales surgen en medio de una serie de nuevas regulaciones para velar por la privacidad de la gente y de numerosos escándalos en torno al uso de datos que han hecho que el público tome conciencia acerca de la cantidad de información personal que recaban y venden los motores de búsqueda a sus clientes.
La desconfianza generalizada que hay en Europa acerca del control de internet por parte de Google contribuye al surgimiento de motores de búsqueda más seguros. Los europeos se muestran particularmente sensibles al tema de la privacidad por el espionaje de la Gestapo en la era de los nazis y de los servicios secretos de la Unión Soviética, que viven frescos en la memoria de mucha gente.
“Para nosotros, todo gira en torno a la ciudadanía, y la ciudadanía tiene derecho a la privacidad”, declaró Eric Leandri, presidente de Qwant, motor con sede en París. Destacó los contrastes con Estados Unidos, donde los usuarios de internet son considerados consumidores sujetos a los términos que fijan las compañías tecnológicas.
Las estadísticas indican que aumenta el interés en los motores alternativos. Qwant registró casi 10.000 millones de búsquedas en el 2017, el triple que en el año previo. Leandri dice que el portal representa el 6% del mercado de motores de búsqueda de Francia, que es su principal mercado.
Qwant está recibiendo apoyo official. El mes pasado el ejército francés y el parlamento dijeron que dejarían de usar Google y se pasarían a Qwant como su motor de búsqueda principal, en el marco de esfuerzos por devolverle a Europa su “soberanía digital”.
El portal no emplea cookies de seguimiento ni prepara semblanzas de los usuarios, lo que hace que dos usuarios distintos obtengan exactamente los mismos resultados. Tiene un índice propio de 20.000 millones de páginas en francés, alemán e italiano y planea expandirlo a otras dos docenas de idiomas, para los que actualmente depende de los resultados de Bing, de Microsoft.
Mojeek, que funciona desde Brighton, Inglaterra, opera en base a principios similares y tiene catalogadas 2.000 millones de páginas de la web. Dice que recibe 200.000 visitas únicas al mes y que las búsquedas se han quintuplicado en el último año.
Unbubble, de Alemania, es un motor de “meta-búsquedas”, que hace pedidos codificados a más de 30 motores y oculta la ubicación de sus usuarios. Promete resultados neutros, a diferencia de los que pasan por los filtros de un algoritmo que procura satisfacer las preferencias personales del usuario.
Google, no obstante, conserva tres cuartas partes o más del mercado global, dependiendo de a quién le pregunte, y controla el mercado de aparatos móviles a partir de su sistema operativo Android.
Algunos operadores de búsquedas dicen que uno de los objetivos de estos startups es evitar “la burbuja de los filtros”, en los que el contenido de la internet es filtrado por empresas como Google y Facebook para adaptarlo al gusto del cliente, tomando en cuenta búsquedas previas y otras informaciones.
“La idea es ofrecer información neutral y dejar que la gente dependa menos de los filtros”, señaló el fundador de Unbubble Tobias Sasse. “Si usas Google, tal vez notes que siempre tienes la misma información de los medios dominantes”, lo que impide a la gente empaparse de la “gran diversidad” que hay online.
Starpage, de Holanda, anonimiza los resultados de Google, eliminando avisos y rastreos. Otro startup británico, Oscobo, hace igualmente búsquedas anónimas. En Estados Unidos está el motor alternativo DuckDuckGo.
Algunos de estos portales se financian con donaciones, otros con “publicidad de afiliados” como Amazon, eBay y otros portales de compras que pagan una comisión pero no le apuntan ni rastrean al usuario. Esa es la gran diferencia con Google, que difunde avisos en base a la historia de búsquedas previas del usuario, algo que muchos consideran inapropiado e invasivo.
Fuente: AP