Agencias
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, reconoció hoy que resultará «difícil» que los ministros de Economía de la Unión Europea (UE) logren la unanimidad necesaria en su reunión de diciembre para aprobar un impuesto sobre las empresas digitales.
«En el caso de diciembre, un consenso será difícil, pero no es imposible, así que sigamos empujando en esa dirección», indicó Moscovici durante una intervención en la comisión especial de la Eurocámara sobre Delitos Financieros y Evasión y Elusión Fiscales.
El miembro francés de la Comisión Europea (CE) recalcó que no «descubre nada nuevo» al decir que aún no hay un acuerdo entre los Estados miembros sobre el impuesto digital, pero destacó que «el apoyo a la propuesta ha aumentado considerablemente» y se mostró dispuesto a seguir trabajando para conseguir que los países «logren superar sus reticencias antes de fin de año».
Desde hace meses, los socios comunitarios debaten aprobar un impuesto del 3 % sobre la facturación por ciertos servicios digitales de las empresas de Internet que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 50 millones en la UE, que se aplicaría de forma temporal hasta lograr una solución global.
De ese modo, se busca paliar la disparidad entre las plataformas digitales (9,5 %) y las empresas tradicionales (23,2 %) a la hora de pagar el impuesto de sociedades.
Francia es la principal partidaria de aprobar la medida en la próxima reunión de ministros de Finanzas de la UE, que se celebrará el 4 de diciembre en Bruselas, mientras que socios como Irlanda y Suecia mantienen sus reservas.
Al tratarse de una cuestión de fiscalidad, es necesaria la unanimidad de todos los Estados miembros para que la propuesta se convierta en ley.
Este martes, Moscovici afirmó que a principios del próximo año propondrá utilizar la mayoría cualificada en materia fiscal y abandonar la exigencia de la unanimidad, como ya había anticipado en su discurso sobre el estado de la Unión en septiembre de 2017 el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker.
«No es normal que la voluntad de uno solo pueda primar sobre la voluntad de todos», señaló y subrayó la necesidad de actualizar las reglas fiscales a la nueva realidad de las compañías digitales.
El exministro francés también dijo que el impuesto digital no va «en contra» de las empresas estadounidenses y que, si no se obtiene un acuerdo en la UE, surgirán remedios nacionales en los Estados miembros.
En un acto posterior en la misma comisión parlamentaria, el responsable de la política económica de Google en Europa y otras partes del mundo, Adam Cohen, manifestó la preferencia de su empresa por un «sistema de impuestos internacional más simple y coherente».
«La reforma fiscal internacional tendrá éxito si las empresas tienen normas claras y consistencia en múltiples jurisdicciones. Apoyamos una aproximación multilateral a cualquier nueva norma fiscal llevada a cabo en foros como la OCDE y el G20», apuntó, para añadir que «un mosaico de cambios legales» podría generar «incertidumbre» a las firmas transnacionales.
Por su parte, el director de política fiscal global de Facebook, Alan Lee, apuntó que en su empresa son partidarios de impuestos «simples de administrar» para las compañías y que proporcionen «certidumbre y estabilidad a largo plazo» para los negocios.
Fuente: EFe