Agencias
La mención en un informe de Auditoría de posibles infracciones de las leyes contra la corrupción en varios países, puso en aprietos a la trasnacional española Telefónica, propietaria de Movistar, frente a las autoridades de su país.
Pese a que dicha memoria se publicó a finales de febrero del 2018, fue en setiembre pasado cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pidió a la Telefónica que revele más información sobre las investigaciones, que actualice el estado de situación de las investigaciones internas mencionadas y que cuantifique su impacto potencial sobre el patrimonio del grupo, así como si ha registrado alguna provisión al respecto.
Hasta entonces, la empresa solo había señalado que se encontraba “en contacto con autoridades gubernamentales en relación con estos temas” y con “intención de cooperar con ellas a medida que prosigan las investigaciones”. Asimismo, en su respuesta a la CNMV, aseguró que dichos casos no tendrían impacto sobre la operación de la casa matriz.
“Aunque no es posible en este momento predecir el alcance o la duración de estos asuntos, o su resultado probable, consideramos que cualquier potencial sanción como resultado de la resolución de estas investigaciones no afectaría de forma material a la situación financiera del grupo considerando su tamaño”, argumentó la compañía a la prensa española, sin detallar en qué países centra sus investigaciones.
La empresa justificó que en todas las jurisdicciones donde opera cuenta con un modelo específico de prevención de delitos.
La mañana de este martes, la filial en Costa Rica fue allanada por la Policía de Control Fiscal en búsqueda de información sobre posible defraudación tributaria. Lo que se suma a la lista de países donde la empresa enfrenta conflictos.
¿Operaciones en venta?
La empresa Telefónica también ha estado en la mira de los mercados tras correr el rumor de una posible desinversión en México y los países de Centroamérica.
El objetivo sería reducir su deuda de forma acelerada y con la consigna contundente de “no malvender”, informó el medio español El Economista.
De acuerdo con ese medio, “fuentes conocedoras de la situación” afirman que la compañía de telecomunicaciones lleva trabajando “muchos meses” en la colocación de unos negocios que no resultan estratégicos para el grupo.
Las mismas fuentes a las que tuvo acceso dicho periódico aseguraron que las conversaciones se encuentran “bastante avanzadas”, por lo que no se descarta un eventual acuerdo en las próximas semanas si el precio se ajusta a las expectativas de la oferta y la demanda.
Al cierre del año pasado, las dos filiales suman un negocio conjunto que representa el 4,2% del total de los ingresos del grupo.
Fuente: CR Hoy