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Agencias

Los máximos órganos de protección de datos europeos, el Comité Europeo de Protección de Datos (por sus siglas en inglés EDPB) y el Supervisor Europeo de Protección de Datos (por sus siglas en inglés SEPD), instan a la Comisión Europea a prohibir desde ya el uso de sistemas de reconocimiento biométrico de personas en la vía pública y cualquier otro tipo de inteligencia artificial (IA) que pueda dar lugar a discriminaciones de ciertos colectivos vulnerables.

Ambas entidades, comité y supervisor de protección de datos, respectivamente, se han posicionado conjuntamente sobre la propuesta que presentó hace unas semanas la Comisión Europea para regular la inteligencia artificial. Y exigen que la nueva normativa comunitaria de IA incluya un grado mayor de protección para sistemas cuyo uso ponga en riesgo los derechos fundamentales.

Y en ese marco, ante los riesgos “extremadamente elevados” que plantea la identificación biométrica remota de personas­­­, el EDPB y el SEPD piden una prohibición general de cualquier uso de la inteligencia artificial para el reconocimiento automático de rasgos humanos en la vía pública, como el reconocimiento de rostros, forma de caminar, huellas dactilares, ADN, voz, pulsaciones de teclas y otras señales biométricas o de comportamiento, en cualquier contexto.

Además, recomiendan prohibir los sistemas de IA que utilicen datos biométricos para clasificar a las personas según su origen étnico, género, orientación política o sexual, u otros motivos por los que la discriminación está prohibida según el artículo 21 de la Carta de los Derechos Fundamentales. Y subrayan que el uso de IA para inferir las emociones de una persona tampoco es muy deseable y también debería prohibirse.

Las autoridades de protección de datos defienden el anonimato en los espacios públicos

La propuesta regulatoria de la Comisión Europea es que los sistemas biométricos se califiquen como IA de alto riesgo y tengan una normativa específica, pero las autoridades de protección de datos creen que eso es insuficiente y piden su prohibición en espacios públicos.

En un comunicado, Andrea Jelinek, presidente de EDPB, y Wojciech Wiewiórowski, EDPS, aseguran que “la implementación de la identificación biométrica remota en espacios de acceso público significa el fin del anonimato en esos lugares; aplicaciones como el reconocimiento facial en vivo interfieren con los derechos y libertades fundamentales hasta tal punto que pueden cuestionar su esencia”.

Y por ello reclaman aplicar el principio de precaución: “Una prohibición general del uso del reconocimiento facial en áreas de acceso público es el punto de partida necesario si queremos preservar nuestras libertades y crear un marco legal para la IA centrado en el ser humano. El reglamento propuesto también debería prohibir cualquier tipo de uso de la IA para la puntuación social, ya que va en contra de los valores fundamentales de la UE y puede provocar discriminación”, dicen.

Por otra parte, cuestionan que la Comisión se reserve un papel predominante en el Consejo Europeo de Inteligencia Artificial (EAIB), ya que esto “entraría en conflicto con la necesidad de un organismo europeo de IA independiente de cualquier influencia política”.

Fuente: La Vanguardia

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