Agencias
Van camino de sustituir a las SIM tradicionales gracias a las ventajas que aportan. Más allá de su empleo en dispositivos como smartphones o portátiles, tienen un largo recorrido en el sector industrial gracias a la sensorización y la IoT.
La transición a las eSIM sigue su curso. Esta tecnología, que vio la luz en 2012, avanza para sustituir a las SIM clásicas. De hecho, las principales operadoras de telefonía la incorporan en sus planes y cada vez más dispositivos -con Apple a la cabeza-, están habilitados para ella, democratizándose su uso con terminales de gama media. Pero también el sector industrial ha encontrado grandes beneficios en su empleo para hacer realidad la Internet de las cosas.
Características principales de la eSIM
¿Qué es eSIM y cómo funciona?
Denominadas también SIM virtual o chip virtual, las eSIM son tarjetas SIM (siglas del inglés Subscriber Identity Module), que están integradas en los dispositivos y permiten a estos (smartphones, smartwatches, portátiles y tabletas), y a los sensores que las contienen cambiar sin problemas entre perfiles de operador de red.
Un módulo SIM genérico, denominado eUICC (tarjeta universal de circuito integrado), se instala directamente en el dispositivo. Gracias a este microchip, el usuario puede configurar varios perfiles con sus números de teléfono y planes de datos. Esta personalización se realiza de forma remota al proporcionar, a través de comunicaciones móviles o WLAN, los datos de los operadores de red.
¿Qué compañías tiene eSIM y qué dispositivos son compatibles?
Los fabricantes de dispositivos y operadores de telefonía más relevantes de la industria están impulsando la transición en su base instalada desde las tarjetas SIM clásicas a las eSIM.
A finales de 2020 se superaba el centenar de modelos de smartphones, relojes y pulseras inteligentes, ordenadores portátiles y tabletas equipados con esta innovación. Con la llegada de nuevos teléfonos de gama media provistos de estas tarjetas y el crecimiento de 5G, se espera que esta tecnología esté incorporada en la práctica totalidad de sus nuevos modelos.
En concreto, todos los Apple desde 2018 y la mayoría de los terminales de gama alta de Android son compatibles con eSIM (Google, Huawei, Motorola, Samsung, Sony, Rakuten Mobile, Oppo, Honor o Xiaomi, entre otros).
Respecto a operadoras, en España casi todos lo ofrecen como Movistar, O2, Orange, Pepephone, Vodafone y Yoigo.
¿Qué se necesita para eSIM?
Para disfrutar de la tecnología eSIM se necesita un terminal habilitado, una operadora de telefonía móvil o proveedor de servicios internacional que admita eSIM y conexión a una red celular.
¿Qué diferencia hay entre SIM y eSIM?
La SIM son tarjetas, similares a las bancarias, que se compone de un microprocesador y un sistema operativo que facilita un acceso seguro a la red móvil. Este chip de memoria tiene capacidad para unos pocos datos, datos que ayudan al operador a identificar la línea de teléfono y a que se comunique con el resto de la infraestructura. Empezaron a usarse en la década de los 90 y fueron evolucionando en servicios y en dimensiones para pasar a soluciones mini, micro y nano. Son tarjetas de plástico extraíbles e intercambiables. Dada la disminución de tamaño y en función del terminal en el que se instalen, necesitan un adaptador.
Las eSIM surgieron en 2012 y permiten la descarga del perfil SIM en el dispositivo. Para ello, se instala en el dispositivo, como un chip permanente, un módulo SIM genérico, denominado eUICC (tarjeta universal de circuito integrado) y la personalización se realiza de forma remota. Son tarjetas embebidas en los dispositivos, de ahí su nombre Embedded SIM.
Las ventajas de usar la tecnología eSIM
Esta tecnología se ha ido extendiendo en el mercado debido a sus ventajas frente a las tarjetas SIM convencionales. Veamos sus principales virtudes:
- Facilidad de uso. Cuando los usuarios se dan de alta o cambian de proveedor de red ya no tienen que manipular pequeñas tarjetas de plástico ni su dispositivo para quitarlas e insertarlas; y tampoco necesitan preocuparse por los diferentes formatos de las tarjetas SIM.
- Mayor rapidez. Los usuarios pueden activar sus contratos móviles de forma completamente digital utilizando su propio dispositivo, con el simple escaneo, por ejemplo, de un código QR localizado en el portal del cliente de la operadora. No existe, por tanto, necesidad de acudir a un punto de servicio y tampoco esperar al envío de la tarjeta SIM por correo; lo que significa que pueden empezar a utilizar su dispositivo de forma prácticamente inmediata.
- Mayor flexiblidad. Con las tarjetas SIM clásicas solo es posible utilizar un único contrato de comunicaciones móviles. Por el contrario, a través de eSIM los usuarios pueden instalar y cambiar entre múltiples contratos con las correspondientes condiciones contractuales de los operadores. También es posible utilizar varios números de teléfono, por ejemplo, uno privado y otro de trabajo.
- Roaming. La tecnología eSIM está, además, más adaptada a los viajes. Los viajeros de negocio o por vacaciones pueden simplemente activar un proveedor adicional de telefonía móvil para las necesidades locales de voz y datos o pueden firmar un contrato con un proveedor que ofrezca tarifas bajas en todo el mundo en lugar de pagar tarifas de roaming, todo ello de manera muy sencilla. En otras palabras, resulta clave para minimizar el lento establecimiento de acuerdos de itinerancia en el fragmentado mercado europeo de las telecomunicaciones.
- Sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Puesto que el chip que recibe los datos eSIM está construido directamente en el dispositivo, ya no es necesaria la fabricación de marcos de plástico para las tarjetas SIM, que suelen acabar en la basura cada vez que se compra una nueva. Adicionalmente, no necesitan enviarse por correo, lo que significa también que se elimina el CO2 asociado a ese transporte.
Proceso de activación de un teléfono con tecnología eSIM
Para configurar una SIM virtual en un teléfono habilitada para ella basta con dirigir la cámara del teléfono hacia un código de barras bidimensional (o código BIDI) proporcionado por la operadora para que el terminal captura la configuración que se transferirá a la eSIM.
A continuación, dependiendo del teléfono y su sistema operativo, el proceso se completa siguiendo una serie de pasos como elegir si la eSIM se utilizará para llamadas y datos o sólo para datos; y también elegir también si la tarjeta funcionará como una línea única o junto con otra línea, tanto en otro perfil eSIM como una tarjeta SIM convencional.
En el caso de que haya más de una línea en el mismo smartphone, hay que seleccionar cuál de ellas será la principal y cuál la secundaria.
Una misma eSIM puede configurarse tantas veces como se quiera y puede funcionar con operadoras tanto nacionales como extranjeras.
Uso actual y futuro previsto de las tarjetas eSIM
El valor del mercado mundial de las eSIM aumentará de 4.700 millones de dólares en 2023 a 16.300 millones en 2027, según datos de Juniper Research. De acuerdo con la consultora, con un impresionante incremento del 249%, la industria se verá impulsada por la adopción de dispositivos de consumo provistos de esta innovación, como el iPhone 14 de Apple.
Es más, el número de teléfonos inteligentes dotados de esta conectividad aumentará de 986 millones en 2023 a 3.500 millones en 2027. Fabricantes como Google y Samsung desarrollarán un dispositivo Android equivalente solo con eSIM para competir con Apple y mantener su posición en el mercado mundial.
Por otra parte, el número total de smartphones conectados a la eSIM en China pasará de los 103 millones en este ejercicio a los 385 millones en 2027, suponiendo que se apliquen las normas específicas del país que permiten el uso de esta tecnología.
Aunque más del 90% de las eSIM se usan en dispositivos de consumo, su empleo continúa extendiéndose en el entorno industrial con millones integradas en soluciones IoT y sensores conectados.
Casos prácticos de usos comerciales reales de eSIM
Más allá del uso de las eSIM como sustitutas de las SIM tradicionales en teléfonos y dispositivos inteligentes de alta gama, el gran campo por abonar para esta tecnología está en el terreno industrial. Estas soluciones son cada vez más utilizadas para vehículos conectados y para IIoT (Internet de las cosas industrial).
Pasado, presente y futuro de las eSIM
Giesecke+Devrient (G+D) entregó al operador GSM finlandés Radiolinja, actualmente Elisa, la primera tarjeta SIM comercial usada por vez primera en el mundo en 1991. Tenía el tamaño de una tarjeta bancaria y permitía extraer el plug-in adecuado en función de la dimensión de la ranura SIM del dispositivo a utilizar.
En las tres décadas que han trascurrido desde entonces, el abanico de funcionalidades de estas soluciones ha crecido de forma notable, pero su función base -conectar el mundo y almacenar datos de forma segura- no ha cambiado. La SIM está formada por un chipset y un sistema operativo que proporcionan acceso seguro a la red móvil. Aunque ha evolucionado hacia las eSIM e iSIM, continúa siendo una solución muy empleada principalmente en el sector de Internet de las Cosas (IoT).
1991 fue el año en que comenzaron a usarse estas tarjetas, pero las tecnologías detrás de ellas se desarrollaron mucho antes de su llegada al mercado. En 1989 se definieron y estandarizaron las tarjetas SIM insertables e intercambiables. Y a finales de la década de 1990 se publicó el estándar SIM Toolkit, que permitió implementar aplicaciones para banca móvil o servicios de información. El desarrollo progresó para ofrecer tamaños de tarjeta aún más pequeños, desde tarjetas mini (25×15 mm), a las micro (15×12 mm) y, posteriormente, a las nano SIM (6×5 mm).
En 2012 se introdujo la tecnología eSIM y supuso una gran revolución al permitir la descarga del perfil SIM en el dispositivo, lo que abrió posibilidades completamente nuevas para la digitalización y la optimización logística. Para ello, se instala en el dispositivo, como un chip permanente, un módulo SIM genérico, denominado eUICC (tarjeta universal de circuito integrado) y la personalización se realiza de forma remota al proporcionar, a través de comunicaciones móviles o WLAN, los datos de los operadores de red. Los fabricantes de teléfonos inteligentes, tabletas y relojes inteligentes están equipando cada vez más dispositivos con esta tecnología que sigue evolucionando hacia las iSIM.
De eSIM a iSIM
La iSIM es una nueva tecnología que permite integrar la funcionalidad de una tarjeta SIM en el procesadorprincipal de un dispositivo. Esta innovación está basada en las especificaciones GSMA ieUICC y permite una mayor integración del sistema, un mayor rendimiento y una mayor capacidad de memoria. Es la última evolución de las eSIM, sin embargo, estas requieren un chip separado. Con las iSIM esto ya no es necesario y elimina la necesidad de un espacio dedicado a los servicios de la SIM. Su gran beneficio es que hace posible que los servicios móviles se integren en dispositivos más allá del teléfono móvil, llevando la experiencia móvil a portátiles, tabletas, plataformas de realidad virtual, dispositivos IoT, wearables y otras soluciones.
Beneficios de las iSIM
- Simplifica y mejora el diseño y el rendimiento del dispositivo al liberar el espacio que antes ocupaba dentro del terminal.
- Consolida la funcionalidad SIM en el conjunto de chips principal del dispositivo junto con otras capacidades críticas como GPU, CPU y módem.
- Permite el aprovisionamiento remoto de SIM por parte del operador aprovechando la infraestructura eSIM existente.
- Abre las capacidades de conexión de servicios móviles a una gran cantidad de dispositivos que anteriormente no podían tener funcionalidades SIM integrada.
Fuente: R&T