Agencias
Mientras Microsoft y Google se enzarzan en una enconada pugna por el liderazgo en la tecnología de IA generativa, que no parece que vaya a quedarse en moda efímera como otros términos que han dado que hablar durante los últimos tiempos (pensemos en el metaverso y los NFT), la operadora e& reivindica su papel de pionera en el uso de la IA generativa en el sector de las telecomunicaciones.
La firma, anteriormente denominada Etisalat, no es remisa a las grandes declaraciones. Cabe recordar que fue la primera (junto con otras operadoras de Próximo Oriente) que anunció un lanzamiento de 5G a mediados de 2018, adelantándose a rivales asiáticos y norteamericanos que durante mucho tiempo habían aspirado al liderazgo.
Si bien fueron muchos los que vieron aquel lanzamiento de 5G como una mera estratagema de marketing, la empresa se ha autodefinido desde entonces como grupo tecnológico de primera categoría y se ha alejado de sus raíces, más propias de una operadora tradicional.
A finales de marzo anunció que integraría en sus procesos internos el ChatGPT, gran modelo lingüístico respaldado por Microsoft, mediante una inversión en el fabricante OpenAI, a fin de “mejorar la experiencia del cliente”.
Quizá lo más significativo es que la empresa ha afirmado que la integración de ChatGPT marca un paso importante en el uso de la IA en el sector de las telecomunicaciones, y que el salto inicial de la operadora a la adopción de dicho modelo plantea una cuestión importante.
Ahora que las empresas tecnológicas pelean por hacerse un lugar en la IA generativa, ¿qué papel desempeñará ésta en el sector de las telecomunicaciones? Y, del mismo modo, ¿Cuál será el papel de dicho sector en el desarrollo de la IA generativa?
IA generativa para facturar más
En declaraciones a MWL, Nischal Khorana, vicepresidente mundial de Frost & Sullivan, explica que, si bien las principales operadoras llevan un tiempo estudiando la IA como medio para mejorar la experiencia del cliente, la IA generativa podría cambiar las reglas del juego y crear valor positivo para las empresas en general.
Khorana señala que esto puede hacerse de varias maneras. Así, por ejemplo, se puede usar la tecnología en conversaciones personalizadas, recomendando productos y ofertas que sirvan para aumentar las ventas y evitar la fuga de clientes. También destaca la posibilidad a largo plazo de que ayude a las operadoras a competir mejor en servicios de telecomunicaciones, puesto que los proveedores podrán reforzar su oferta de servicios empresariales y de análisis.
“El impacto transformador en las empresas y la fase temprana de adopción podrían crear oportunidades de crecimiento en múltiples servicios de TIC, como por ejemplo asesoría, monetización y gestión de datos, despliegues y gobernanza.”
Khorana advierte que, si bien es evidente que las operadoras hallarán oportunidades en este ámbito, hay que tener en cuenta la rápida evolución del ecosistema, y que animar a las empresas a adoptar dicha tecnología con la finalidad de lograr una generación efectiva de ingresos “requerirá un enfoque claramente distinto, respaldado por alianzas estratégicas”.
Kester Mann, director de consumo y conectividad de CCS Insight, coincide en que el caso de uso inicial de las operadoras consistirá en la mejora de la atención al cliente, y señala que es probable que los usuarios más jóvenes sientan interés por los servicios fundamentados en la IA generativa, porque “están más abiertos a las nuevas tecnologías y no sienten tanto apego por las formas tradicionales de comunicación”.
Mann también argumenta que la IA generativa podría ejercer una mayor presión sobre las tiendas minoristas de las operadoras y tal vez acelerar el cierre de las mismas. Cita una investigación que CCS Insight realizó en 2022, en la que tres de las cuatro respuestas más frecuentes sobre las interacciones previstas con las operadoras tendrrían lugar en el ámbito digital.
Si bien las operadoras podrían considerarse grandes adoptadores, Mann no cuenta con que desempeñen un papel de liderazgo en el desarrollo de la IA generativa, sino que más bien opina que buscarán aliarse con empresas como Google y Microsoft a fin de desplegar dicha tecnología en sus operaciones.
De hecho, a la vista de la enorme inversión que empresas como Google y Microsoft están realizando para incorporar herramientas de IA en sus ofertas dirigidas al consumidor, sería lógico que las operadoras se subieran al carro.
Volam Samrat, director de proyectos de GlobalData Technology, ha señalado algunos ámbitos en los que las operadoras sí podrían desempeñar un papel importante en el desarrollo, aunque fuera de apoyo.
Para empezar, señala que las operadoras disponen de grandes volúmenes de datos sobre el comportamiento de los consumidores y el rendimiento de la red, que podrían usarse para entrenar modelos de IA con “predicciones, recomendaciones y perspectivas precisas y fiables”.
En segundo lugar, las infraestructuras. Samrat señala que las operadoras podrían aportar la infraestructura necesaria para apoyar el desarrollo, como por ejemplo plataformas de computación en la nube y centros de datos, puesto que se necesitará una considerable potencia de cálculo y capacidad de almacenamiento.
Y una tercera posibilidad radica en la seguridad y la privacidad, puesto que las operadoras tienen que garantizar la adopción de medidas adecuadas para procesar aplicaciones de IA que impliquen el tratamiento de datos confidenciales, como por ejemplo información personal.
Presión de las firmas de telecomunicaciones
Aparte de los casos de uso propios de las firmas de telecomunicaciones, y de los más generales, se han suscitado cuestiones sobre los riesgos que comporta el rápido crecimiento y la adopción de sistemas de IA generativa.
Y al mismo tiempo que un peso pesado del Próximo Oriente deja bien claro que considera que dicha tecnología puede desempeñar un papel en sus servicios, el consejero delegado de una gran firma europea de telecomunicaciones se ha sentido obligado a sumarse al coro de líderes tecnológicos, gobiernos y reguladores que presionan para que se ponga coto a los peligros de la IA generativa.
José María Álvarez Pallete, consejero delegado de Telefónica y presidente de la GSMA, ha advertido en su blog sobre los graves riesgos derivados de un modelo de IA generativa descontrolado, que podría perjudicar a los seres humanos tanto desde un punto de vista biológico como social.
También ha advertido de que las firmas que desarrollan IA generativa proceden “sin saber cómo detener el proceso” cuando el modelo requiere cierto grado de autonomía contenida.
El directivo ha efectuado dichos comentarios después de que se hiciera pública una carta abierta respaldada por más de 1.000 firmantes –entre los que se hallaba nada menos que Elon Musk, consejero delegado de Twitter– reclamando una moratoria de seis meses en el desarrollo de modelos de IA más potentes que el GPT-4, sucesor del ChatGPT.
Mann cree que los llamamientos a una moratoria en dicho ámbito crecerán sin cesar, pero entiende que el verdadero reto consistiría en hacerla cumplir.
Afirma que “podría provocar un cisma entre las personas y organizaciones que quieren desarrollar dicha tecnología y las que preferirían efectuar una pausa en dicho desarrollo. Tal vez no será fácil alcanzar un consenso.”
Khorana se muestra de acuerdo y añade que la IA generativa seguirá creciendo y evolucionando a fin de crear más valor, pero que al mismo tiempo cabe esperar un trabajo conjunto de gobiernos, firmas tecnológicas y otras partes interesadas, que “adquiera mayor importancia y promueva una adopción continuada”.
El tema está de moda
En estos momentos es imposible abrir una página web de tecnología sin verse inundado de titulares sobre el impacto de la IA generativa en la sociedad, las nuevas herramientas adoptadas por empresas como Microsoft para potenciar su oferta, e incluso las plataformas que otras firmas lanzan para competir.
Así que podríamos decir que el debate sobre este tema está de plena actualidad.
Mann señala que las empresas de telecomunicaciones, en particular, tienen “la mala costumbre de dar un bombo excesivo a todo lo que pasa por sus manos. El ejemplo reciente más claro es el metaverso”. Y, por ello, “es probable que dentro de poco tiempo el furor al que ahora asistimos dé paso a una visión más realista”.
Samrat también opina que el revuelo que acompaña a la IA generativa terminará por remitir, como ha ocurrido con otras tendencias tecnológicas, “a medida que la industria y los usuarios se familiaricen con sus capacidades y limitaciones”.
Pero ambos, igual que Khorana, están convencidos de que la IA generativa tiene un papel que desempeñar a largo plazo.
Por lo que respecta a las operadoras, entienden que dicha tecnología transformará muchos aspectos de sus negocios, siempre que puedan resolver los temores que suscita en torno a la privacidad y la seguridad, así como las correspondientes consideraciones éticas y sociales.
Y tal vez la señal más evidente de que la IA generativa no es una moda pasajera se ha visto en el reciente Simposio 6G al que he asistido en Londres.
David Lister, director de I+D del grupo Vodafone, ha explicado que el repentino auge de los sistemas de IA generativa dificulta la planificación de la próxima generación de móviles.
Lister ha señalado que no es fácil evaluar el impacto actual y futuro de plataformas como ChatGPT en las redes y ha añadido que es probable que el trabajo que se realizará más adelante sobre casos de uso de la 6G incluya alguna planificación relacionada con estas.
Como la llegada de la 6G a los teléfonos corrientes no está prevista para antes de 2030, dicho comentario parece indicar que la IA generativa tiene ante sí un largo recorrido. Y todo el mundo, operadoras incluidas, quiere hacerse con una porción del pastel.
Las opiniones editoriales expresadas son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de la GSMA, sus Miembros o Miembros Asociados.
Fuente: MWL