Por Antonio Lorenzo, eE
El fondo tiene una valoración en bolsa de apenas 2,16 millones
Zegona es un pequeño fondo de capital privado domiciliado en Londres, con más de ocho años de actividad en el negocio de las telecomunicaciones, medios de comunicación y tecnología, y actualmente valorado en bolsa en apenas 2,16 millones de euros. Su primer ejecutivo y fundador es Eamonn O’Hare, antiguo director financiero del grupo Virgin Media, actualmente socio de Telefónica en el Reino Unido a través de la joint venture LMO2. Este ingeniero aeroespacial es un viejo conocido en el mercado español tras su control en el operador vasco Euskaltel y en su frustrado intento por adquirir Yoigo al grupo Telia Sonera. Pese a tener la operación en bandeja y apalabrada con la multinacional sueca, finalmente el proyecto de crecimiento quedó en papel mojado tras la irrupción de MásMóvil en la puja.
El fondo ya anunció en su última presentación de resultados su intención de buscar oportunidades de compra en el mercado europeo de las telecomunicaciones, con el objetivo de aplicar con éxito nuestra probada estrategia de «compra-fijación-venta» para generar ingresos y una rentabilidad atractiva para nuestros accionistas.
Respecto a su periplo en Euskaltel, la compañía considera que desinvirtió en un momento idóneo. «A pesar de las numerosas oportunidades de realizar una adquisición en 2022, optamos por mantenernos pacientes y disciplinados, ya que creíamos que existían oportunidades más atractivas para nosotros, lo que sucedió a principios de 2023». En ese documento, la firma ya anticipa que, pese a que no está en condiciones de anunciar una nueva adquisición, «estamos trabajando activamente en una lista de oportunidades que creemos ofrecen un potencial de crecimiento significativo».
Por lo pronto, la compañía ha reconocido su interés por pujar por Vodafone España, con un precio cifrado en 5.000 millones de euros, según Expansión, diario que ha adelantado la noticia. En su declaración a la bolsa británica, Zegona señala que «la sociedad toma nota de las especulaciones aparecidas en la prensa en relación con la posible adquisición del negocio español de Vodafone Group» para confirmar que está en conversaciones con Vodafone Group en relación con la Adquisición Potencial, y con los bancos en relación con su financiación».
No obstante, indica que la oferta sigue sujeta, entre otras consideraciones, «a un acuerdo sobre los términos finales con Vodafone, la finalización de su ejercicio de diligencia debida y la formalización de los acuerdos de financiación. Por lo tanto, no hay certeza de que la Adquisición Potencial vaya a llevarse a cabo, ni en cuanto a los términos finales de dicha oferta». Hasta que se completara la oferta, Zegona ha suspendido su cotización».
El optimismo de Zegona en el mercado español se refleja una vez que la empresa británica apunta que, desde finales de 2022, ha percibido «nuevos objetivos disponibles a medida que las empresas se han ajustado a la nueva dinámica del mercado. Esta situación, unida a las mejoras significativas en la disponibilidad de financiación de la deuda y a que los mercados de renta variable también se han recuperado, significa que ahora estamos muy lejos de la crisis».
Su presencia en España
La entrada de Zegona en España se remonta a 2015, cuando alcanzó un acuerdo con el grupo Carlyle y Liberbank para comprar Telecable de Asturias por un importe de 640 millones de euros. En su financiación, Zegona dispuso de 353 millones de euros de nuevo capital respaldado por inversores globales y una nueva línea de financiación facilitada en su momento por Goldman Sachs.
Posteriormente, Zegona irrumpió en el capital de Euskaltel hasta convertirse en su primer accionista, con el 19%. En agosto de 2021, el Grupo MásMóvil lanzó una opa amistosa al grupo Euskaltel por un valor de 2.000 millones de euros, más la asunción de una deuda de 1.500 millones, lo que permitió a la compañía de O`Hare hacer caja y recompensar a sus inversores.
Entre los mayores sinsabores de Zegona en España destaca la referida frustrada puja de Yoigo, que a la postre resultó decisiva para el despegue de MásMóvil y el consecuente estancamiento de la empresa británica. Entre otros motivos, el fondo incumplió dos de las condiciones que resultaron determinantes: confirmó que contaba con financiación, sin evidenciarse en ningún momento, y se demoró en exceso en una compra llamada a formalizarse rápidamente.
Sin activos en cartera
Tras las venta de Euskaltel, Zegona no ha realizado nuevas inversiones relevantes, circunstancia que el fondo justifica al indicar que «sigue buscando nuevas oportunidades, tras participar activamente en varias transacciones propias en las que vemos un gran potencial de crecimiento». Sin embargo, según explica la empresa «hemos mantenido nuestra férrea disciplina financiera y no hemos estado dispuestos a realizar una adquisición si no cumplía nuestros estrictos criterios financieros». De esa forma, el fondo muestra su optimismo «en cuanto a que podremos, el año que viene, realizar una adquisición que ofrezca una rentabilidad atractiva a nuestros accionistas».