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Agencias

Este lunes se cumplen dos meses desde que el Gobierno, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), aprobase su hoja de ruta para volver al capital de Telefónica 26 años después. El aviso, que coincidió en el tiempo con los planes del operador saudí Saudi Telecom Company (STC Group) de entrar en la operadora, no ha estado acompañado de ningún gesto más 62 días después de trasladarse al mercado y provocar un fuerte seísmo en la compañía.

Las intenciones fueron comunicadas por primera vez a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 30 de octubre y posteriormente confirmadas en firme el 19 de diciembre después de un acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros. Distintas fuentes financieras coinciden en que el organismo estatal dependiente del Ministerio de Hacienda sigue sin haber iniciado los preparativos para contratar un banco de inversión que coordine la toma del 10% de participación de la operadora.

La idea del holding público pasa por contratar un asesor financiero y un intermediario en bolsa para comprar las acciones de Telefónica. «El consejo de administración de SEPI deberá tomar razón del contenido del acuerdo de Consejo de ministros para iniciar las actuaciones que permitan llevar a cabo dicho acuerdo y ejecutar la operación», señalaron en diciembre fuentes del organismo público a Europa Press. La SEPI declinó hacer comentarios a elEconomista.es amparándose en la «confidencialidad» del proceso.

No es la primera vez que el organismo público deja por atar sus planes. En 2011, la SEPI anunció que rebajaría su participación en Red Eléctrica del 20% al 10%, saldría del capital de International Airlines Group (IAG, propietaria de Iberia) y se desprendería del 8,65% de Ebro Foods.

El holding público manejaba entonces tres opciones para acometer estas ventas, todas ellas aceptadas por el Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP). La primera, la más rápida, consistía en un bought deal en el que la entidad elegida compraría en firme las participaciones y las colocaría posteriormente entre inversores.

En la actualidad mantiene la misma participación en la compañía energética y sigue en el capital del grupo de aerolíneas (2,52%) y del alimentario (10,36%), según las últimas cifras más actualizadas.

El mercado aguarda
La parálisis de la operación despierta dudas en el sector financiero ante el hecho de haber alterado inicialmente el mercado con el anuncio de los planes.

No hay que olvidar que el día que la SEPI remitió al regulador bursátil su intención de volver al capital de la compañía Telefónica cerró con una subida del 4%, descontando que la compra se produciría.

La hoja de ruta estatal influye también en la del Gobierno de Arabia Saudí, que, a través de su operadora Saudi Telecom Company (STC Group), anunció su entrada en el capital de la operadora española con la adquisición de un porcentaje similar.

Esta operación, en la que el Ejecutivo saudí participaba desde el fondo soberano PIF, estaba condicionada a la ejecución de derivados financieros para alcanzar dicho porcentaje, extremo que no se ha cumplido por el momento y ha dejado al grupo extranjero con un 4,9% del capital.

Fuente: eE

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