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Por Nicolás Lucas – Bartolo, El Economista

México subastará 133 lotes de frecuencias de tamaño menor a un Megahert en cuanto ancho de banda, pero suficientes en capacidad para complementarse con otros espectros ya en posesión de los concesionarios o para que micro operadores puedan desarrollar una red celular de calidad 3G en mercados rurales.

Entre las bandas radioeléctricas que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) llevará a concurso en la primera subasta de espectro 5G de México, se encuentran 133 lotes de frecuencias de tamaño menor a un Megahert en cuanto ancho de banda, pero suficientes en capacidad para complementarse con otros espectros ya en posesión de los concesionarios o para que micro operadores puedan desarrollar una red celular de calidad 3G en mercados rurales.

Se trata de los 133 lotes de espectro ubicados en la banda de los 1800 y 1900 MHz o también llamadas bandas de PCS, que el IFT ha propuesto concursar dentro de la Licitación IFT-12.

Podría considerarse entonces, que el regulador, al menos respecto a esos lotes particulares de frecuencias, juega a dos bandas. Primero, para que unos interesados compren ese tipo de frecuencias y “completen” lotes mayores y generen eficiencias; y segundo, para que nuevos operadores de mercados rurales o reducidos en población también tengan la posibilidad de acceder a estas frecuencias y empezar a comercializar un primer producto de Internet allí de velocidad menor.

El IFT quiere subastar 133 lotes de 0.8 Megahertz de ancho de banda. Parte de esos lotes pertenecieron al operador AT&T, que por sus propios planes de negocio, los retornó al Estado para su reasignación en nuevos concursos de licitación.

Para el Instituto Federal de Telecomunicaciones, con hallar interesados en estas bandas conseguirá un aprovechamiento tecnológico mayor de las frecuencias, y con ello permitirá que se genere un reordenamiento o reorganización del espectro, conocido en la industria de telecomunicaciones como el “refarming”.

El IFT también conseguirá así ampliar la conectividad a regiones desatendidas, e incluso este concurso es un guiño para Telcel, quien podría agregar eficiencia a su red y con lo que el IFT estaría atajando las posiciones de diversos actores del sector de telecomunicaciones de que la primera subasta 5G de México es solamente un concurso a modo para Altán Redes.

“La tecnología, las nuevas tecnologías de 4G y 5G, utilizan múltiplos de 5 MHz más 5 MHz (…) Y si, en su momento, Telcel tenía 4.2 MHz y si lo complementa con un bloque de 0.8 MHz que era de AT&T, pudiera ser atractivo para quien tiene 4.2 MHz ya en la bolsa y entonces pudiera, pudiera hacer sentido ir por ese pedacito de 0.8 MHz, pudiera, pudiera, si tuviera ese interés, que tecnológicamente hace más sentido el bloque con una tecnología de 4G o 5G”, dijo Alejandro Navarrete, director de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del IFT.

El reto para Telcel, si fuera este su plan de agregar eficiencia con la compra de lotes que “completen” su espectro, está en que otros operadores, sobre todos los de menor alcance en cuanto cobertura y poder financiero, consigan hacerse con las frecuencias en las dos primeras fases de la Licitación IFT-12, en las que Telcel estará impedida de participar, sino hasta la tercera fase del proceso.

Para los operadores micro, “estas bandas pudieran funcionar con una red de servicio 3G, con una velocidad de Internet relativamente baja (…) Pero es técnicamente posible”, dijo Alejandro Navarrete, del IFT.

En México, existen 823 municipios donde sólo existe un único proveedor de Internet y el IFT quiere mediante este mecanismo también promover que exista una mayor concurrencia de operadores.

La Licitación IFT-12 contiene 6,158 lotes de frecuencias de alcance nacional y local, y de naturaleza técnica necesaria para desahogar el tráfico de los servicios de 4G; también para crear otros productos de 5G para empresas, gobierno o público masivo y para crear la primera cobertura 4G-LTE en regiones geográficamente inaccesibles o de escasa rentabilidad económica para las empresas del sector, donde viven 5 millones de mexicanos sin conexión a Internet.

La Licitación IFT-12 es de relevancia para el sector mexicano de telecomunicaciones, pues el concurso de las frecuencias en sí y el necesario éxito de la subasta significará una mayor penetración de Internet y menor concentración del mercado en México, pues entonces existirían nuevos proveedores de servicio que presionarán la competencia con ofertas más agresivas en calidad y precios a favor del consumidor final.

La IFT-12 arrancaría formalmente en septiembre de este 2024, cuando las empresas interesadas hagan público su interés por alguna de las frecuencias y el siguiente hito importante de este proceso ocurriría el 5 de mayo de 2025, cuando las empresas o personas físicas interesadas presenten sus ofertas económicas por los lotes de espectro que hagan sentido a su plan de negocios.

Fuente: El Economista

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