Por Nicolás Lucas-Bartolo, El Economista
La Licitación IFT-12 tiene como objetivo impulsar la expansión de los servicios 5G en México, pero las contraprestaciones por las señales serían revisadas con cautela por los interesados en su explotación, debido a que los pagos anuales de derechos también resultarán prohibitivos.
La subasta 5G de México nacerá con obstáculos, debido a que la política fiscal de un nivel tributario demasiado elevado por la explotación de las frecuencias ya disuade el interés de los operadores, estimó la firma GlobalData.
La Licitación IFT-12, anunciada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), tiene como objetivo impulsar la expansión de los servicios 5G, pero las contraprestaciones por las señales serían revisadas con cautela por los interesados en su explotación, debido a que los pagos anuales de derechos también resultarán prohibitivos.
A pesar de que la IFT-12 ofrecerá al mercado codiciados bloques de espectro en las bandas de los 600 MHz y la Banda L, persisten las preocupaciones por la carga fiscal que ya provocó que otros operadores hayan retornado al Estado sus frecuencias, lo que podría afectar el resultado de la subasta.
La licitación se realizará de lleno ya en el año 2025 y presenta a las bandas de 600 MHz y la banda L (1427-1518 MHz), ambas preparadas para 5G, una generación de tecnologías móviles que se proyecta que concentrará el 53% de las suscripciones móviles en México para 2028, según estimaciones de Global Data.
«La subasta combina ‘espectro nuevo’ en la banda L y 600 MHz, y espectro ‘sobrante’ en las bandas de 800 MHz, de 1.7/2.1 GHz, 1.9 GHz y de 2.5 GHz, algunas de las cuales en realidad eran licencias devueltas por Telefónica y AT&T debido a tarifas anuales prohibitivas. La banda de 3.5 GHz está excluida de esta subasta, pero Telcel y AT&T México ya poseen licencias en este rango”, expuso Jesús Romo, director de investigación de GlobalData.«
La decisión del IFT de ofrecer la mayor parte del espectro en bloques locales, excepto la Banda L y un único bloque de 10 MHz de la banda de 600 MHz, indica un movimiento estratégico hacia mercados geográficos más pequeños.
“Esta segmentación podría resultar en tarifas de espectro más bajas para los ganadores, ya que las tarifas están determinadas por el ancho de banda mantenido y el área de cobertura. Las tarifas del espectro fueron un factor en la decisión de Telefónica de devolver todo su espectro móvil en México. Las tarifas del espectro las fija el Poder Legislativo mexicano, con el aporte del Ejecutivo, y no es probable que se reduzcan en el corto plazo, especialmente durante un año electoral”, dijo Jesús Romo.
El IFT propuso una combinación de límites de espectro que consideran tenencias en bandas inferiores a 1 GHz y tenencias de espectro agregadas por operador, que parecen estar diseñadas teniendo en cuenta la estructura actual del mercado.
Este diseño permitirá potencialmente a AT&T y Telcel obtener espectro de banda baja para mejorar la cobertura 5G. Pero la subasta también podría permitir a Altán Redes ampliar la cartera de espectro de la Red Compartida.
“Para Altán Redes, la banda de 2.5 GHz podría resultar atractiva como banda de capacidad, pero no está claro si tiene los recursos para obtener el espectro a los precios actuales del mercado, sin subsidios a las tarifas anuales del espectro, especialmente porque Altán fue rescatado por el gobierno federal en 2023. Para AT&T y Telcel, las tarifas del espectro de 600 MHz probablemente limiten el apetito, ya que las tarifas del espectro para las bandas inferiores a 1 GHz tienden a ser superiores a las bandas más altas y aumentarán los costos anuales de los operadores”, agregó Jesús Romo.
Fuente: El Economista