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Por Antonio Lorenzo, eE

  • La filial con sede en Montevideo pierde clientes frente a la pujanza de Claro y la pública Antel
  • Busca comprador para Argentina y México, en espera de cerrar la transferencia de Colombia
  • La sociedad ya estuvo en el escaparate hace tres años, con el frustrado interés de la argentina ‘Súper’

El Grupo Telefónica busca un comprador para su negocio de Uruguay, un movimiento que se enmarca en la oleada de planes de desinversión en el mercado latinoamericano. Según ha podido saber el diario el Economista de España de fuentes conocedoras de la situación, el futuro de Movistar Uruguay está íntimamente vinculado a la suerte que pueda correr la filial argentina, debido a la estrecha relación que existe entre ambos países vecinos, y un operador que igualmente se encuentra en el escaparate. Por lo tanto, el grupo de telecomunicaciones que preside Marc Murtra se muestra estos días expectante ante la posibilidad de recibir muestras de interés hacia un mercado de pequeño tamaño, con ingresos a la baja, pero con exigencias inversoras muy exigentes para su dimensión demográfica.

Como es habitual en el sector de telecomunicaciones, los activos de mayor valor de Telefónica Uruguay son las frecuencias de móviles. En su caso, el operador dispone de licencias en las bandas de 850 MHz (para servicios de telefonía 2G y 3G, así como espectro en la banda de 700 MHz y 1.900 MHz, para conectividad de 4G y 5G). Entre los alicientes que el Grupo pone estos días en valor para captar a posibles interesados, la compañía recuerda que Movistar Uruguay es el mayor operador privado del país, con 1,4 millones de clientes, entre los que se incluyen usuarios de 4G gracias a una cobertura que alcanza el 97% del territorio.

Las mismas fuentes consultadas por el periódico apuntan que la valoración de los negocios uruguayos de Telefónica podrían rondar entre los 350 y 400 millones de dólares (334 y 380 millones de euros), en línea con una oferta que presuntamente recibió la teleco hace más de tres años por parte de accionistas de la compañía Supercanal-Arlink, ahora conocida como Super. Esta empresa argentina de televisión de pago por Internet ya tuvo acceso a las cuentas del operador uruguayo para analizar una posible inversión, pero sin que prosperara dicho acercamiento.

De hecho, la fuga de clientes de la marca uruguaya de Telefónica se ha acelerado en los últimos meses, en beneficio de sus más directos competidores: el operador público Antel y Claro, propiedad de América Móvil. De acuerdo con los datos históricos de portabilidad del mercado móvil uruguayo hasta el cuarto trimestre de 2024, Movistar captó 40.647 líneas a sus rivales, pero ha visto salir 73.397 abonados de sus dominios, lo que arroja un saldo negativo de 32.750 conexiones.

La subsidiaria ofrece su telefonía móvil a 1,3 millones de clientes, el 29% de aquel mercado

Por su parte, Antel registró un saldo adverso de poco más de 3.000 clientes, con 62.179 conexiones ganadas a sus rivales y 67.511 cedidas. Con gran diferencia respecto al resto, el gran triunfador histórico del mercado uruguayo de las telecomunicaciones es Claro, con 72.896 líneas arrebatadas a sus dos competidores y 34.814 conexiones perdidas en la batalla de la potabilidad, con un balance favorable de 38.000 líneas de Claro.

Según datos de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (URSEC), actualizados hasta junio de 2024, Movistar es el segundo operador de telefonía móvil de Uruguay, con 1,37 millones de abonados, con una cuota de mercado del 29%. El líder del negocio es Antel, con 2,37 millones de usuarios, y una cuota de mercado del 49%, mientras que Claro suma poco más de un millón de clientes, con una participación del 22%. El reparto en similar en las suscripciones de banda ancha móvil, donde la filial de Telefónica controla la cuarta parte del mercado (24%), con 912.869 líneas con acceso a Internet, más del doble que las 47.104 líneas de Claro (13% del negocio) pero muy lejos de los 2,34 millones de abonados de Antel, con una cuota del 63%.

Caída de los ingresos

Los ingresos del mercado de móviles de Uruguay sufre cierta desaceleración una vez que tanto las suscripciones de telefonía móvil como de banda ancha móvil se han congelado en el primer semestre del año frente al dato de finales de 2023. Según fuentes del operador, Telefónica Movistar Uruguay también ofrece sus servicios para el mercado de empresas, al que atiende con la ayuda de una red de más de 70 tiendas propias y agentes, así como con 1.300 colaboradores directos e indirectos y más de 5.000 proveedores y socios estratégicos.

Excepto Brasil, mercado estratégico para la teleco -históricamente muy impactado por el tipo de cambio del real frente al euro- la revisión de los activos de Telefónica situados al otro lado del Atlántico se ha concentrado en las subsidiarias especialmente afectadas por la caída del negocio.

Por múltiples contingencias, el negocio de Telefónica Hispam atraviesa horas bajas. Pero entre los negocios más delicados de Telefónica en Latinoamérica sobresale Perú, convertido en el mayor quebradero de cabeza del grupo. La reciente solicitud de entrada en concurso de acreedores de Movistar Perú acapara la mayor parte de las urgencias de la multinacional, ahora obligada a mantener los servicios de telecomunicaciones de 13 millones de clientes situados en zonas urbanas y rurales del Perú.

Al margen de Perú y Uruguay, el grupo español también busca el mejor postor para los activos de México con la ayuda del banco JP Morgan y al bufete de abogados White&Case. Este operador, hostigado históricamente desde el punto de vista comercial por Claro (América Móvil) genera unos ingresos de 960 millones de euros, pero con márgenes exiguos de ebitda ya que el 90% de los 20 millones de clientes corresponden a servicios de prepago, los menos rentables del mercado.

El negocio de Movistar Colombia también se encuentra en el disparadero de las ventas, en la recta final del proceso. Según ha podido saber este periódico, Millicom y Movistar Colombia dirimen los trámites regulatorios con el supervisor de la competencia en aquel país. De hecho, el acuerdo para la transacción está acordado desde hace casi un año, pero sin que se haya rematado la operación.

Fuente: eE

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