Antonio Lorenzo, eE
- Las recientes desinversiones aportarán ingresos de 1.558 millones para reducir la deuda y garantizar el dividendo
- Los ‘números rojos’ de Argentina, Colombia, Chile, Perú y México respaldan la «revisión estratégica» de Murtra
- Los mercados de la filial hispanoamericana acaparan el 27% de la fuerza laboral del grupo
La «revisión estratégica» de Telefónica, anunciada los últimos días por su presidente Marc Murtra, apunta directamente a Hispanoamérica, mercado que desde hace años frena la plena recuperación de la compañía. Según el saldo de pérdidas y beneficios, procedente de los diferentes países del otro lado del Atlántico -excluido Brasil-, arrojó unos ‘números rojos’ de 2.432 millones de euros en 2024. Por un lado, los beneficios netos cosechados en Ecuador, Venezuela y Uruguay no compensaron las caídas en Argentina, Perú, Chile, Colombia y México. La debilidad de estos negocios, sumado a la agresiva competencia y las altas exigencias inversoras en banda ancha fija y móvil, invitan al grupo de telecomunicaciones a esa «revisión estratégica», quizá eufemismo de fuga de aquella zona.
La especial idiosincrasia de cada mercado latino impide aplicar tabla rasa sobre la totalidad de ese negocio. En ese sentido, la directora General de Finanzas y Control De la compañía y también responsable de Hispanoamérica, Laura Abasolo, ya explicó el pasado febrero que la venta de la filial de Argentina «se realizó en el mejor momento posible». Y ese comportamiento se replicará con el resto de los activos, para sólo desinvertir cuando resulte ciertamente interesante para la compañía y sus accionistas. Así lo hizo en Hispanoamérica -entre 2019 y 2021- donde cosechó pingües ingresos por las ventas de las filiales de Costa Rica (455 millones), Guatemala (293 millones), El Salvador (277 millones), Nicaragua (390 millones) y Panamá (573 millones), que enm conjunto sumaron ingresos extraordinarios de 2.265 millones de euros.
En apenas veinte días, el grupo ha cerrado la venta de la filial argentina, con ingresos extraordinarios de 1.190 millones de euros. Y, además, no existe riesgo a que el gobierno del presidente argentino Javier Milei revierta una transacción cuyo importe ya está en la caja de la teleco española desde el pasado 24 de febrero. El adiós al mercado argentino se ha extendido a Colombia, cuyo acuerdo de venta de la filial de aquel país se anunció el pasado jueves. Según el hecho relevante compartido en España y en Colombia, Millicom se ha comprometido a comprar el 67,5% de Coltel (Colombia Telecomunicaciones) de Telefónica por 368 millones al cambio.
Sólo estas dos última operaciones aportarán a Telefónica unos ingresos extraordinarios de 1.558 millones de euros, siempre condicionado a la obtención de los permisos regulatorios en la República de Colombia, no siempre fáciles de lograr. El operador prevé destinar ese botín al garantizar el cumplimiento de dos exigencias sagradas en el grupo: reducir la deuda y consolidar el pago de dividendo. Además de esos dos mandamientos, la teleco también abre la puerta a otros destinos de los fondos recaudados, como la realización de inversiones en mercados estratégicos, con mejoras de las capacidades competitivas y de las redes, sin descartar la participación de Telefónica en el baile de compras y fusiones que el propio Murtra considera que se producirá en Europa.
Así, el presidente de Telefónica reclamó en el reciente Mobile World Congress que ha llegado la hora «de que se permita a las grandes empresas europeas de telecomunicaciones consolidarse y crecer para crear capacidad tecnológica». Si los ingresos de obtenidos por las ventas de los activos de Argentina y Colombia se emplean íntegramente en la reducción del pasivo, la referida inyección de 1.558 millones de euros permitirían a Telefónica rebajar su deuda el 5,7%, desde los 27.161 millones de euros de finales de 2024 a los 25.603 millones de mediados de marzo.
Teoría del ‘caballo muerto’
Fuentes al tanto de las dificultades del grupo español en ese continente respaldan el acierto de Telefónica si aprovecha las oportunidades de venta en aquella región. «No sólo evitará lastres futuros para el grupo, sino que generará recursos susceptibles de reinvertir en otros mercados o sectores más prósperos», indican. Esos mismos observadores recuerdan a este periódico la teoría del caballo muerto.
A grandes rasgos, esa doctrina aplicada al ámbito empresarial viene a desvelar que, cuando uno descubre que intenta cabalgar con un cadáver por equino, de nada sirve cambiar de pienso, de jinete o montura, sino que la mejor estrategia consiste en enterrarlo y olvidarse del animal. Precisamente esa lección parece aprendida por Murtra en Hispanoamérica, tal y como se evidencia con las desinversiones en las que el grupo ha venido trabajando desde hace muchos meses y que se han anunciado en los últimos días.
Por otra parte, Telefónica ocupa en Hispanoamérica a 27.570 trabajadores, casi un tercio de una plantilla de 100.000 empleados. De esa forma, la salida de la región reduciría en más de la cuarta parte (27,57%) la estructura laboral del grupo.
Fuente: eE